

Cada año, el Comité Chico Mendes realiza un encuentro en su memoria, en la ciudad de Xapuri, en el Estado de Acre, donde residía. Este año, la Semana Chico Mendes 2022 trajo el tema “Amazonía y Emergencia Climática: reforestación del pensamiento desde las voces del bosque”. Y el punto clave fue la activa participación de los jóvenes. En los talleres, estos jóvenes demostraron que el espíritu de Chico Mendes sigue vivo en sus trayectorias y caminos de lucha a favor de mantener la vida y el bosque en pie.
Raiara tiene 18 años y vive en la Reserva Chico Mendes. Ella es hija de Raimundão (amigo y compañero de lucha de Chico Mendes). “Dicen que quieren darnos voz, pero sin darnos. Por eso es importante para nosotros fortalecer nuestra red de comunicación dentro de la Reserva, para que nosotros mismos podamos contar nuestras historias. Tenemos que garantir esa voz porque somos nosotros los que conocemos la realidad, que afrontamos todo por la defensa del territorio. La deforestación y los problemas climáticos afectaron la reserva. Mucha gente, por ejemplo, se quedó sin agua. Tuvimos que regular el agua. Antes pensábamos que no nos afectaría, porque nosotros hacemos nuestra parte, preservamos y donde está nuestra agua está rodeada de árboles, pero nos afectó. Esto es muy preocupante, entonces no solo tenemos que preservar nuestro sitio, sino toda la Amazonía”, expresa la joven.
Rayele tiene 16 años y vive en Brasileia. “Creo que tenemos que preservar la naturaleza, la memoria de Chico, y luchar juntos. Nuestra salud y bienestar depende de eso”, reflexiona.
Tras el encuentro, los jóvenes escribieron una carta colectiva que fue leída en público. Dice: “Carta de la Juventud del Futuro de Chico Mendes: Nosotros, la juventud del futuro de Chico Mendes, queremos asumir nuestro papel de protagonistas. Somos conscientes de nuestro rol frente a la crisis climática, y de la importancia de nuestra activa participación en el espacio de toma de decisiones. Somos una juventud diversa y queremos el reconocimiento de nuestras identidades étnicas, raciales y de género. Estamos hablando de un presente de dolor y muerte, y ya no queremos que nuestro territorio esté bañado en sangre indígena, ni de las personas defensoras de los derechos humanos y de la naturaleza. Que nadie más sea derrocado por defender el planeta, porque, así como Chico, creemos que vivimos y fortaleceremos la lucha”.
Fuente: InnContext