

Por: Redacción Central
En un contexto político sumamente convulsionado en nuestro país, resulta crucial revisar los últimos acontecimientos a la luz de los derechos humanos y de la memoria colectiva, para poder construir una ciudadanía participativa que esté protegida y garantizada en el presente y en el futuro.
El presente informe describe y analiza desde el enfoque de los derechos humanos dos hitos recientes: las manifestaciones públicas contra la enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial en marzo de 2017, y las protestas sociales en reclamo de la destitución del presidente y el vicepresidente de la República por la deficiente gestión de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2021.
En el primer capítulo se sintetizan los principales estándares internacionales en materia de protección del derecho a la protesta social. En el segundo, se expone el contexto general de garantías normativas e institucionales del derecho a la protesta en el Paraguay, y las graves violaciones a este derecho que han recibido condena internacional.
#EstoyParaElMarzo fue el hashtag a través del cual la ciudadanía se convocó a las espontáneas protestas contra el Gobierno nacional, debido a la pésima gestión de la pandemia del COVID-19. Desde 1999, marzo ha pasado a ser un símbolo, una metáfora que sintetiza en el sentido común de la sociedad el derecho a la protesta. Como en aquella crisis política provocada por el oviedismo, marzo es sinónimo de la pueblada que, en situaciones a veces extremas, es necesaria para defender la democracia y los derechos frente a sus amenazas y enemigos.
Cuando en marzo de 2021 el hashtag circuló como reguero de pólvora en las redes sociales y se expresó con ímpetu en las calles de varias ciudades del país, quedó patente lo viva que se encuentra en la memoria colectiva de la sociedad, la conciencia de su fuerza cuando se la canaliza en las protestas sociales. Reza parte de la presentación del informe.