

Por: Noticias OIT.
En Paraguay, las personas aportan menos del 30% del tiempo que podrían a un sistema previsional, ya sea por estar en ocupaciones informales, por labores de cuidado o por conocimiento de patrones, trabajadores y trabajadoras sobre su derecho a la seguridad social. Hablamos con especialistas en protección social sobre las particularidades del Instituto de Previsión Social (IPS) y alternativas para que más paraguayos y paraguayas accedan al derecho de la jubilación.
“Solamente una minoría de los trabajadores y trabajadoras se podrá jubilar, en base a las reglas del juego actual”, aseguró Braulio Zelko, economista y coautor del informe La densidad de cotizaciones al IPS en Paraguay (2022). En dicho trabajo, Zelko y Hugo Bai analizaron las historias laborales de trabajadores y trabajadoras afiliadas al Instituto de Previsión Social y encontraron que, en promedio, los cotizantes aportan al sistema un 28% del tiempo potencial de sus edades activas.
Este 28% es el indicador de densidad de cotización que mide la cantidad de aportes de los cotizantes en relación al periodo de tiempo potencial. Los investigadores tomaron los datos de cotizantes de entre 18 y 65 años, sus años de trabajo activo, y observaron el número de meses que esas personas efectivamente cotizaron en IPS. “La mitad tuvo una densidad de cotización igual o inferior al 20% en toda su vida laboral. Esto conlleva a que muy pocos puedan reunir las condiciones que se les exige para acceder a una jubilación contributiva”, dijo Zelko.
Los números encontrados en el informe responden a diversos factores estructurales del mercado de trabajo que existen en países de Latinoamérica como Paraguay. Hay quienes registraron un par de años de trabajo formal con aportes y luego varios años sin aportes. Algunas personas llevan trabajos formales por un tiempo y empiezan uno informal. La informalidad afecta a cerca de 7 de cada 10 integrantes de la población económicamente activa y, en mayor medida, a los jóvenes y las mujeres. “Siempre hablamos del sector informal y el sector formal, pensando que son dos estructuras muy distintas, o estás en uno o estás en otro. Lo que vemos en Paraguay es que hay mucho movimiento de un mismo trabajador o trabajadora entre un sector y otro”, asegura Guillermo Montt, Especialista en Protección Social de la OIT.
Pero no solo la informalidad explica esta baja densidad. Otras personas salen de sus trabajos formales para cuidar a niños, niñas, adolescentes, personas mayores en situación de dependencia o personas en situación de discapacidad. Otros salen del trabajo formal por una crisis económica o para emprender un negocio independiente. Esta variación provoca que, en vez de acumular años en prestaciones, acumulen lagunas y aumente el riesgo de no cumplir los requisitos de aportes para acceder a la jubilación.
Hugo Bai, economista y coautor del informe, detalló: “Hay un 57% de los trabajadores que no van a conseguir los requisitos para la causal jubilatoria. Un 43% sí podrá acceder a una jubilación contributiva, compuesta por un 31% que tendrá acceso a una jubilación proporcional, que en el régimen se consigue con 65 años de edad y 15 años de aporte; un 9% que accederá a una jubilación ordinaria, que se consigue a los 60 años de edad y 25 años de aporte; yy menos del 2% que accederá a una jubilación anticipada, que se obtiene a los 55 años de edad, si la persona consigue 30 años de aporte al sistema”.
Actualmente, IPS funciona como un sistema de beneficio definido. En sus palabras: “Los que están aportando ahora, contribuyen a pagar la jubilación a quienes están saliendo”. El problema es que con las reglas actuales para acceder a la jubilación, en Paraguay, muchos trabajadores y trabajadoras de menores ingresos, que aportaron a pagar las jubilaciones actuales, no reunirán los requisitos para jubilarse. Esto, en la práctica, termina siendo un subsidio cruzado de trabajadores de menores ingresos a trabajadores de mayores ingresos.
“Hay un grupo que aporta más; que aporta toda su carrera suele ser el que tiene acceso a mejores trabajos pagados y con más estabilidad. Pero la mayoría de la gente en Paraguay, o bien nunca cotiza, o no cotiza lo suficiente para llegar a recibir una jubilación”, expresó Guillermo.
Esquema flexible e instrumentos variados
La tendencia a nivel mundial que se plantea, según el especialista de la OIT, es que son diversos instrumentos los que deben estar para llegar a la cobertura universal y ofrecer la seguridad de ingresos en la vejez:
Además de esos instrumentos, Guillermo también sugiere generar mecanismos para reducir los efectos de las lagunas cuando estos se deben a labores de cuidado, poniendo como ejemplo países de la región: “En Uruguay el sistema reconoce a la madre uno o dos años de aporte por cada hijo que nacio. Como un mecanismo de solidaridad, el sistema te reconoce la labor de cuidado al criar a tus hijos. En Chile existe un bono de aporte por cada hijo, no es mucho, pero va en la lógica de reducir el efecto que producen estas lagunas”, aclaró.
El sistema de seguridad social también puede generar esquemas más flexibles, ampliando las reglas de acceso. No hace falta que las personas aporten el 100% para acceder a una jubilación, sino que se puede habilitar una escala que permita el acceso a una jubilación proporcional a lo aportado.
“A los 10 años tienes acceso a una pensión baja, a los 15 vas aumentando, y así va subiendo, para no tener esta presión de tener que juntar estos 20 años a como dé lugar y sabiendo que muchos no van a llegar a acumular esos aportes. Entonces, pensar como si de una carrera se tratase y entregar no solamente premios al primer lugar, sino al segundo, al tercero, al cuarto y así sucesivamente”, afirmó Montt.
Para el experto, es importante que las y los trabajadores y los trabajadores comprendan que la jubilación, como parte fundamental de la seguridad social, es un derecho de todos y no solamente un privilegio de unos pocos. Un sistema de cobertura universal, sostenible y con prestaciones adecuadas, que se complementan entre sí, beneficiará a los ciudadanos y ciudadanas ya la sociedad en su conjunto.