viernes 05 de julio de 2024 - Edición Nº2039

Salud | 15 jun 2023

Sobrepeso y obesidad en Paraguay.

La obesidad, otra cara de un sistema que no alimenta.

El Ministerio de Salud Pública dio a conocer cifras relacionadas a la prevalencia de la obesidad en personas adultas y en niños y niñas en Paraguay, las cifras indican que un 20% de la población adulta y un 34% de niños/as tienen sobrepeso u obesidad.


Por: BASE-IS

Un sistema que no alimenta.

El Ministerio de Salud Pública dio a conocer cifras relacionadas a la prevalencia de la obesidad en personas adultas y en niños y niñas en Paraguay, las cifras indican que un 20% de la población adulta y un 34% de niños/as tienen sobrepeso u obesidad. El Sistema Agroalimentario global que no genera alimentos para la población es el telón de fondo de esta “epidemia” que afecta al país.

“Hay una epidemia que es silenciosa y que cada año está creciendo más. Desde el 2007 hasta el año pasado, se puede observar el aumento de la obesidad en niños y niñas. De tener entre 2 a 6%, 15 años después el porcentaje está alcanzando el 15%. ¿Cuáles serían las enfermedades que van a tener cuándo sean adultos? Y probablemente presión alta a los 25 años, diabetes a los 30 años, cáncer e incluso pueden requerir de diálisis. Estos son los futuros problemas de salud pública”, refirió el Dr. Guillermo Sequera, titular de la Dirección General de Vigilancia de la Salud. El MSPyBS mencionó que “el consumo elevado de productos ultraprocesados de bajo valor nutricional y elevado contenido de azúcar, sodio y grasas, además de la poca o nula actividad física, están directamente asociados con el sobrepeso y la obesidad”.

Al respecto, Marcos Filardi, abogado e investigador especializado en la temática de Soberanía Alimentaria, señala en el Atlas de los Sistemas Agroalimentarios, que el sistema alimentario hegemónico no es “alimentario” porque no está concebido para producir alimentos, sino para producir dinero y concentrarlo en cada vez menos manos. “Alcanza con ver el sistema agroindustrial dominante, que en nuestra región podemos llamarlo el agronegocio transgénico, para confirmar que este sistema no produce alimentos”.

“Los ultraprocesados son muy buenos solo para los accionistas de la industria alimentaria, porque es donde encuentran su mayor margen de ganancia; pero son pésimos para los pueblos que lo comen, porque están claramente asociados a la pandemia global de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles asociadas, como la diabetes Tipo II y a la hipertensión” señala coincidiendo con las advertencias sanitarias.

Filardi agrega que “caracterizar ese modelo que prima la producción a gran escala de unos pocos monocultivos, con forma de commodities, destinados principalmente a la exportación, a partir de determinados paquetes tecnológicos dominantes. En nuestros países la base es un paquete de transgénicos, agrotóxicos y fertilizantes sintéticos que produce commodities y no tiene por finalidad alimentar a nadie, sino centralmente producir granos para las corporaciones.”

Si analizamos el sistema agroindustrial en su conjunto queda claro que altera la posibilidad de seguir produciendo alimentos con sistemas alimentarios resilientes en los distintos territorios y que es un sistema que avanza en la privatización de todo: las semillas, el agua, los saberes y los propios alimentos.

Ante esta situación Filardi plantea la necesidad de apostar por la Soberanía Alimentaria “la alimentación, desde mirada de la soberanía alimentaria, no es una mercancía como cualquier otra, librada a los juegos de la oferta y la demanda, sino un verdadero derecho humano que el Estado tiene que reconocer, que tiene que garantizar, en todos los niveles, y entonces, no puede estar gobernado por las lógicas del mercado”. “Necesitamos alimentarnos para vivir, para llevar una vida digna, saludable y, por eso, el Estado tiene que organizar el aparato gubernamental y, en general, el sistema agroalimentario, para garantizar que todas y todos estemos adecuadamente alimentados, y tengamos acceso de manera regular, permanente y libre a una alimentación cuantitativa, cualitativa y culturalmente adecuada” concluye.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias