

Por: Redacción Central
Circuitos de los agronegocios permitió que la explotación infantil se desembarque en zonas consideras vulnerables, según investigación de la Fiscalía. Foto: Gentileza.
La Fiscalía dio a conocer el resultado de una investigación “sobre la ruta de explotación sexual en niños, niñas y adolescentes en Paraguay”, revelando las zonas consideradas como el epicentro de este flagelo, que tiene como principales víctimas a las mujeres.
El informe revela que la proliferación de agronegocios permitió que la explotación infantil se desembarque en zonas consideras vulnerables, “como asentamientos de ciudades con importante movimiento migratorio campo- ciudad”.
Se detalla que los crímenes de explotación sexual infantil y la trata de personas —que se comenten en varias ciudades de distintos departamentos del país— están vinculados con las actividades extractivistas (procesos por el cual se extraen recursos naturales y materias primas de la tierra).
José Caballero es el coordinador de la investigación que se sustenta con datos de pesquisas nacionales e internacionales.
Durante los trabajos de campo se determinó, tras los testimonios recabados, que las paradas de camiones, copetines, estaciones de servicios, casillas de venta de bebidas y locales cercanos a las terminales de ómnibus son los sitios donde circula el dinero que se obtiene del “negocio”.
Asimismo, señala que los transportistas que llevan cargas a los silos o el acopio de granos “buscan a plena luz del día el acompañamiento de las menores y jóvenes, que por sus características físicas, oscilan entre 16 y 20 años”.
Los autores de trata de personas también utilizan estas rutas del tránsito fronterizo legal para incluir el tráfico de estupefacientes.
Según el informe, las adolescentes y jóvenes son obligadas a oficiar de campanas o ser mulas, “dejando en evidencia la trata internacional de las que son víctimas”.
Esta actividad crece en el centro de las ciudades cabeceras y de tamaños medio de distintos departamentos del país.