Por: Sindicato de Periodistas del Paraguay. SPP.

¡Repudiamos la censura, el hostigamiento y la perversión de la ley de protección a las mujeres!

Desde el SPP expresamos nuestro enérgico repudio a la censura y hostigamiento que varios colegas están sufriendo por parte de actores que pervierten la ley de protección integral a las mujeres, utilizando el sistema judicial como herramienta en detrimento del derecho a la libertad de expresión y de prensa.

La senadora Norma Aquino, conocida como Yami Nal, denunció a la colega Leticia Medina por supuesta violencia contra la mujer, siendo este un caso más en el que quien debería velar por los derechos de libertad de expresión y de prensa, así como el de las víctimas de violencia, utiliza la ley para censurar ante las críticas que recibe.

Nos solidarizamos con la colega Letizia Medina, al igual que con Alfredo Guachiré, Christian Chena, Fredy Chamorro y más de 10 colegas que están siendo víctimas de este censura y hostigamiento con medidas cautelares que les impiden ejercer su trabajo periodístico.

Recordamos a la senadora y a las autoridades públicas que sus cargos están sometidos al control, disidencia y crítica de la ciudadanía, por lo que exhortamos a ejercerlos con apertura democrática, pluralismo y transparencia.

Expresamos nuestra preocupación ante la perversión de la ley contra la violencia hacia la mujer con el único objetivo de censurar.

Vemos que la ley, cuya aprobación y promulgación fue un proceso de años de lucha, es claramente tergiversada por funcionarios y actores públicos investigados, que en lugar de defenderse en los estrados correspondientes, se limitan a coartar el trabajo periodístico y silenciar a cualquier ciudadano que los señala, utilizando el sistema judicial como herramienta.

La ciudadanía tiene el derecho a informarse sobre el actuar de las autoridades y ejercer el legítimo derecho de reclamo por su actuar dudoso o sectario.

Por tal motivo, desde el SPP instamos a los órganos de justicia a aplicar la ley en los casos que realmente corresponda, que son los casos en que las mujeres son víctimas de violencia, y no utilizarla como un instrumento para acallar voces disidentes por parte de quienes son cuestionados en sus funciones.