Por: Susana Sciscioli

Es fácil imaginar por qué el lema del Día Internacional de la Madre Tierra para el corriente año es “Planeta vs plásticos”. Basta realizar cualquier actividad cotidiana para detectar la cantidad de plásticos que se desecha al día. Bolsitas en las galletitas, para contener agua u otros líquidos y alimentos, que recubren cartones, que envuelven lo que se compra “sin paquete” para evitar usar todavía más plástico. Y esto es en plano local. A nivel global, la preocupación es cada vez más alta.

Para dar una respuesta innovadora a los desafíos globales de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa, surgieron las llamadas: “Empresas B”, con la visión de redefinir el propósito de las empresas, colocando el bienestar social y ambiental en el centro de sus operaciones comerciales siendo conscientes de que, en muchos casos, también son parte del problema. Inspiradas por la idea de que los negocios tienen el potencial de ser una fuerza positiva para el cambio, las Empresas B se establecieron con el compromiso de generar un impacto significativo en la sociedad y el planeta. Este movimiento empresarial global representa una evolución constante y progresiva hacia un modelo de negocio más consciente y ético, donde el cuidado del ambiente y el bienestar de las comunidades son tan importantes como la rentabilidad.

Las Empresas B se han destacado como líderes en la integración de prácticas sostenibles y responsables en sus operaciones comerciales, comprometiéndose con un propósito más allá del lucro, adoptando un enfoque integral hacia la sostenibilidad, y alineando sus objetivos empresariales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. A través de iniciativas innovadoras, estas empresas buscan no solo minimizar su impacto ambiental, sino también generar un impacto positivo en las comunidades y en la sociedad en general.

En nuestro país, las Empresas B también desempeñan un papel crucial en la promoción de prácticas empresariales eco-amigables que van desde la reducción de consumo de recursos no renovables hasta colaborar con recolectores o promover las R-R-R (reducir, reutilizar, reciclar). Cada vez más, adoptan medidas proactivas para reducir su huella de carbono, implementando tecnologías limpias, optimizando el uso de recursos naturales y fomentando la economía circular. Estas organizaciones priorizan la transparencia en la divulgación de su desempeño ambiental, permitiendo una mayor rendición de cuentas y promoviendo la educación y sensibilización sobre la importancia de la sostenibilidad hacia afuera y hacia adentro de la empresa.

Desde Conexión Paraguay estamos convencidos de la importancia de que las Empresas B trabajen para acelerar el progreso hacia un desarrollo sostenible junto a otras entidades (gubernamentales, ONGs y  sociedad civil). Por ello, promovemos, difundimos y apoyamos sus labores, conscientes de que es posible prosperar económicamente mientras se actúa de manera responsable con el ambiente y se promueve un desarrollo sostenible.

Nuestra forma de honrar el Día de la Tierra, que se conmemora el 22 de abril, es destacando la certeza de que se puede colaborar con la salud del planeta promoviendo prácticas comerciales éticas y sostenibles, adoptando un enfoque más consciente hacia los recursos naturales y el cambio climático y buscando inspirar a otras empresas a seguir su ejemplo.

Susana Sciscioli

Paraguay B - Lunes 19hs.- Conexión Paraguay Radio Online

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