miércoles 26 de junio de 2024 - Edición Nº2030

Actualidad | 14 jun 2024

A 9 meses del “vamos a estar mejor”

La captura del Estado paraguayo

A 9 meses de la asunción del nuevo gobierno, se percibe el nacimiento de una sociedad cada vez más injusta, insegura y desigual. Muy por el contrario del eslogan en campaña propuesto por la dupla cartista de Santiago Peña y Pedro Aliana, de “vamos a estar mejor”, lo que se constata en la realidad es o un problema semántico (porque ellos si están mejor) o una llana estafa electoral (porque las grandes mayorías estamos peor).


Por: Omar Yampey. Fuente: https://henoi.org.py/

Horacio Cartes, saluda al presidente Santiago Peña durante su informe de gestión ante la ANR. Foto: Elisa Marecos Saldívar.

El proceso de configuración del “cartismo” en el poder comienza con la modificación de los estatutos de la Asociación Nacional Republicana (ANR) o partido colorado en 2010 para allanar el camino y la incursión a la política nacional directa de Horacio Cartes, y continua con el golpe de estado contra Fernando Lugo en 2012 y la elección presidencial de Cartes por el movimiento interno Honor Colorado (HC) en 2013. Con el control de la ANR por parte de HC se abría la gran puerta giratoria y la captura del Estado paraguayo para la ampliación de los negocios legales e ilegales del cartismo en el país.

En declaraciones periodísticas[1] el exsenador colorado Juan Carlos Galaverna explicitó que el comando del movimiento HC que se reúne periódicamente en el quincho de la casa de Horacio Cartes no es un club de amigos, sino una entidad política. Y que Cartes (el patrón) es el líder político, mientras que el presidente actual Santiago Peña el líder técnico. En otras palabras, el que define los objetivos estratégicos y ejerce el poder es el comando de HC y el que aplica lo resuelto es Peña. La voluntad del patrón, sus ambiciones y negocios están por encima de la institucionalidad de la propia ANR y de los fines y objetivos de las instituciones del Estado paraguayo.

La captura del Estado es el ejercicio de influencia abusiva por parte de élites económicas y políticas, para que las leyes y los gobiernos funcionen de acuerdo a sus intereses y prioridades, y en detrimento del interés general de la población[2]. El control de la ANR y la captura del Estado por parte del cartismo quedó de manifiesto en la rendición de cuentas por los nueve meses de gestión dada por el presidente Peña a la ANR antes que al Congreso Nacional, como lo estipula la Constitución Nacional.

Otras señales del Estado cooptado son la desigualdad de ingresos y en el acceso a la tierra sostenidos por una política fiscal y tributaria donde influyen sectores que, buscando mantener y aumentar sus beneficios, impiden el cumplimiento del rol redistribuidor del Estado[3]. Así también, la política agraria del Estado mantiene su tendencia histórica con tres características principales: se orienta al beneficio de los actores del agronegocio; es fragmentaria y de difícil acceso para los sectores campesinos e indígenas y, finalmente, su presencia efectiva es represiva y de criminalización[4].

Ya en el 2017 Serafini identificó la participación formal del sector privado en 35 entidades del sector público, siendo las de mayor participación la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (FEPRINCO) en los ámbitos agropecuario y de medio ambiente y dentro de los organismos colegiados del INDERT, IPTA, Consejo Asesor Agrario, INFONA, etc.

Otro indicador de puerta giratoria y captura del Estado es la composición del gabinete del cartismo en el gobierno. El propio Santiago Peña, hoy titular del poder ejecutivo, fue funcionario del Banco Central del Paraguay, ministro de hacienda y miembro del directorio del banco BASA. Similar trayectoria a la de Carlos Fernández Valdovinos, doctor por la Universidad de Chicago, funcionario del Banco Mundial y el FM, y actual titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), quien fuera presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) entre 2013-2018, luego presidente del directorio del banco BASA, hasta su nombramiento al frente del MEF. Es más, según medios de prensa formó parte del equipo de transición hasta su asunción al cargo de ministro siendo aún presidente de BASA[5].

Otros ejemplos similares son el de Cristina Alejandra Goralewski, titular del Instituto Forestal Nacional (INFONA) y vinculada al sector yerbatero y a la Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA), y el del actual titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez García de Zúñiga, vinculado al sector privado y con lazos familiares con el presidente Peña[6]. Algunas de las empresas a las que estuvo/está vinculado el mismo son, Giménez Calvo SA, Almasol S.A ATL Logística SA, Bigbox SRL, dedicadas a los rubros de depósitos aduaneros, desarrollo de complejos industriales, etc. y en algunos casos proveedoras del Estado.

Otras expresiones más evidentes de la captura del Estado se dan en los vínculos entre la mafia, el narcotráfico y la política. “Desde Cartes a esta parte”, como señaló un experto en ABC Color[7], la narcopolítica ha inficionado al Estado paraguayo.

Se destacan también los casos de clientelismo y nepotismo político, donde allegados y familiares de políticos ocupan cargos en la función pública. Desde familiares de diputados y senadores nacionales, hasta la hija del vicepresidente de la república sin la idoneidad y probidad ocupan cargos públicos[8]. De esta forma, la captura del estado por parte del movimiento Honor Colorado, las puertas giratorias y conflicto de intereses entre lo público y lo privado y la infición de la mafia y el narcotráfico en la política debilitan aún más las instituciones del Estado, evidenciando la vergonzosa ilegitimidad de representatividad de los partidos políticos a las demandas ciudadanas, socavando lo poco que queda de sistema democrático en el Paraguay.

Fuente: Hína.

Referencias

[1] https://www.ultimahora.com/el-comando-de-hc-no-es-un-club-de-amigos-es-una-entidad-politica

[2] https://www.oxfam.org/es/la-captura-del-estado-y-el-aumento-de-la-desigualdad-en-latinoamerica-y-el-caribe

[3] Serafini, V. (2017). Élites y captura del estado. Paraguay: un estudio exploratorio. Decidamos, Campaña por la Expresión Ciudadana.

[4] Rojas, L. y Yampey, O. (2023). La vieja política agraria continúa. El 1,6% sigue estando mejor con el 77% de las tierras. En Codehupy (Ed.), Derechos Humanos en Paraguay 2023 (pp. 283-302). Asunción, Paraguay: Codehupy.

[5] https://www.abc.com.py/politica/2024/02/19/fernandez-valdovinos-siguio-en-basa-luego-de-ser-nombrado-ministro-de-economia/

[6] https://www.ultimahora.com/pena-designara-a-empresario-para-ministro-de-industria-y-comercio

[7] https://www.abc.com.py/policiales/2023/10/31/narcopolitica-hizo-que-paraguay-tenga-este-nivel-de-criminalidad-dice-experto/

[8] https://www.abc.com.py/politica/2024/01/17/lista-de-los-nepobabies-que-ya-estan-mejor/

 

 

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