

Por: Agencia InnContext
El Movimiento Nacional de Recicladores de Panamá (MNRP) hace un enérgico llamado al Estado y a la sociedad a reconocer y respetar el trabajo fundamental que realizan más de 2.000 recicladores de base en todo el país. Este oficio no solo sustenta la economía de miles de familias, sino que también contribuye significativamente a la conservación del medio ambiente.
Representantes del MNRP, en conjunto con la Alianza Internacional de Recicladores, la Red Latinoamericana de Recicladores y la Universidad de Panamá, expusieron las duras condiciones en las que trabajan los recicladores: sin infraestructura adecuada, apoyo gubernamental ni legislación que respalde su labor.
Yenny González y Juan Ganoa, recicladores de base, junto con el ingeniero Raúl Kelly y la profesora Mónica Contreras, señalaron que en lugares como Cerro Patacón, donde trabajan más de 900 recicladores, la situación es crítica. Los materiales reciclables llegan contaminados y el proceso de recuperación recae completamente en ellos, quienes lo realizan en condiciones precarias y sin garantías de seguridad, condiciones que no varían en los más de 23 vertederos con presencia de recicladores bases.
A pesar de los desafíos, el Movimiento Nacional de Recicladores ha logrado avances significativos en la organización y dignificación del oficio. En 2024 actualizaron el censo de recicladores en el país y fortalecieron la organización de base comunitaria en regiones como Bocas del Toro, Chepo, Panamá Norte y La Chorrera, promoviendo una mayor cohesión dentro del sector. Además, en alianza con la Universidad de Panamá, desarrollan un programa de certificación de competencias que busca profesionalizar y dignificar el trabajo de los recicladores, complementado con talleres para fortalecer tanto habilidades técnicas como blandas. En el ámbito de la sensibilización y la gestión de datos, han contribuido a la actualización del Plan Nacional de Reciclaje y creado un sistema de información basado en registros propios de los recicladores sobre la cantidad y ubicación de los residuos recuperados. Esto resulta especialmente relevante en un contexto donde solo tres de los 62 vertederos del país cuentan con básculas para camiones, lo que dificulta el control preciso de los materiales reciclados.
El MNRP destaca que para el 2030 se prevé el cierre global de vertederos, lo que obliga a repensar y reorganizar la gestión de residuos en Panamá. Ante este panorama, los recicladores de base proponen un modelo de trabajo colaborativo con el gobierno y buscan erradicar los estigmas asociados a su labor. Asimismo, Panamá lidera un proyecto replicable en países como El Salvador, Honduras, México y Guatemala, impulsado por la Red Latinoamericana de Recicladores. Este modelo se centra en la asociatividad, capacitación y fortalecimiento del reciclador como un actor clave en la economía circular.
Yenny González, recicladora de base, destaca el lema del movimiento: “Reciclaje sin recicladores es basura”. Este mensaje invita a reflexionar sobre la necesidad de reconocer y dignificar el oficio del reciclador, un trabajo esencial para la sostenibilidad del planeta.