Por: Blanca Cornejo. Fuente: Agencia Pressenza

(Imagen de MCTSA)

El viernes 28 de febrero el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo realizó nuevamente una manifestación ante el Palacio de La Moneda exigiendo al gobierno de Gabriel Boric acciones urgentes y concretas para encontrar con vida a la lamngen mapuche Julia Chuñil, cuyo rastro se perdió el 8 de noviembre en un sector de Máfil, al sur del país. Antes de su desaparición forzada, la defensora del bosque nativo recibió amenazas y hostigamientos por parte de empresarios dedicados a la explotación forestal.

El colectivo expuso también, en sus letanías y con afiches colgados al pecho, los casos de otras siete víctimas de desaparición forzada desde el término de la dictadura. Frente a esta manifestación no violenta, una vez más el Movimiento fue hostigado por efectivos de Carabineros de Chile, institución que es investigada por su participación directa en al menos cinco de estos casos.

Hugo Arispe, detenido el 10 de enero de 2001 por Carabineros, bajo el argumento de que se encontraba en estado de ebriedad en la vía pública. Al no tener dinero para pagar la multa, fue trasladado al Centro Penitenciario de Acha, en Arica, desde donde se perdió su rastro cuatro días después.

Ricardo Harex, de 17 años, desaparecido desde el 19 de octubre de 2001 cuando salió de su domicilio en Punta Arenas a participar en una celebración junto a sus compañeros del Colegio Salesiano San José. La investigación judicial tuvo en el foco al sacerdote Rimsky Rojas, quien al momento de la desaparición se desempeñaba como director del establecimiento donde el joven estudiaba. En este caso, han sido sometidos a proceso cuatro funcionarios de Carabineros y tres sacerdotes como encubridores del delito de sustracción de menores.

José Huenante, joven de 16 años, de origen mapuche desapareció tras ser detenido por una patrulla de Carabineros el 3 de septiembre de 2005, mientras se encontraba en una calle de Puerto Montt junto a unos amigos.

Ramón Pacheco, joven sordomudo, su rastro se perdió en Talcahuano el 1 de julio de 2008, cuando tenía 23 años. Esa noche, un grupo de personas lo vio durmiendo en la calle y llamó a Carabineros para evitar que muriera de frío. Acudió una patrulla, que se lo llevó. En 2020 su padre fue informado que restos óseos mal catalogados que estuvieron por 10 años en el Servicio Médico Legal correspondían al joven.

José Vergara, joven de 23 años diagnosticado con esquizofrenia, condición que le provocaba severas crisis. El 13 de septiembre de 2015, durante uno de esos episodios, su familia pidió apoyo a Carabineros. Concurrió una patrulla que lo sacó de su hogar para dar una vuelta en el vehículo policial, lo que en situaciones anteriores le había ayudado a tranquilizarse. Esta vez, no regresó.

Geraldo Monarez, 55 años, vecino de la comuna de Hualpén, Región del Biobio, con diagnóstico de esquizofrenia y discapacidad intelectual, desapareció el 28 de octubre de 2019 en contexto del Estallido Social cuando, según testigos, lo detuvo una patrulla de Carabineros, tras lo cual se perdió su rastro. El Instituto Nacional de Derechos Humanos se habría negado a investigar su caso.

Jean Fedor Louis, migrante haitiano de 36 años, desaparecido en Santiago el 20 de mayo de 2020, en contexto del Estallido social cuando gran parte del país se encontraba bajo Estado de excepción, con toque de queda y resguardada por las fuerzas armadas y de Carabineros.