

Por: Agencia InnContext
En El Algarrobal, una zona rural del departamento de Las Heras, Mendoza, Argentina ocho mujeres llevan adelante un emprendimiento textil basado en la economía circular. La mayoría de ellas provienen de familias migrantes bolivianas y anteriormente trabajaban en hornos de ladrillos, una actividad precaria y contaminante.
El proyecto se denomina Mujeres Retaceando Historias y se basa en la recuperación de descartes textiles que son transformados en productos reutilizables. Esta iniciativa surgió hace dos años y medio como respuesta a la falta de oportunidades laborales fuera del sector de la fabricación de ladrillos. Fue impulsada en conjunto por Fundación Nuestra Mendoza, Fundación Avina, Fundación CITI y la organización territorial Vínculos Estratégicos, que trabaja en la zona hace más de 30 años.
Durante la primera etapa, se convocó a unas veinte mujeres del barrio para explorar alternativas laborales. El proceso se centra en capacitaciones en costura, desarrollo de habilidades blandas, trabajo grupal y organización. Con el tiempo, ocho mujeres conformaron el núcleo estable del proyecto.
Actualmente, el grupo cuenta con un taller propio, herramientas de trabajo y alianzas con empresas privadas y organismos públicos que proveen insumos o compran productos como delantales, bolsos materos y accesorios. Algunas de las empresas textiles entregan sus excedentes como materia prima, mientras que empresas locales y municipios adquieren productos terminados.
Según Facundo Heras, de Fundación Nuestra Mendoza, uno de los principales desafíos del proyecto fue combinar la inclusión social con prácticas sustentables. "La economía circular ya formaba parte de sus prácticas cotidianas, pero de forma informal y sin reconocimiento. El objetivo fue formalizar esa experiencia, generar ingresos y ampliar sus derechos laborales".
El proyecto también tiene un componente de fortalecimiento comunitario. Las mujeres participantes destacaron que el taller funciona como un espacio de contención social y organización colectiva. Han participado en ferias, eventos académicos y capacitaciones para otras mujeres, y se proyecta sumar nuevos integrantes.
"Queremos que el crecimiento sea sostenible y no dependa exclusivamente de la venta ocasional. Es necesario seguir fortaleciendo la estructura operativa y abrir nuevos canales de comercialización", agregó Heras.