martes 03 de junio de 2025 - Edición Nº2372

Cultura | 23 may 2025

Falleció Ícono del teatro Paraguayo.

El Teatro paraguayo está de luto: Falleció José Luis Ardissone

José Luis Ardissone, ícono del teatro paraguayo y fundador del Arlequín Teatro, falleció a sus 84 años este jueves, a raíz de complicaciones en su estado de salud, luego de permanecer internado por algunos días tras una cirugía.


Por: Redacción Central.

José Luis Ardissone. Foto: Gentileza.

José Luis Ardissone, ícono del teatro paraguayo y fundador del Arlequín Teatro, falleció a sus 84 años este jueves, a raíz de complicaciones en su estado de salud, luego de permanecer internado por algunos días tras una cirugía.

 

El actor y director José Luis Ardissone estaba hospitalizado y en estado crítico en una unidad de terapia intensiva. “Tuvo una intervención quirúrgica que sí salió bien, pero después tuvo complicaciones”, había comentado su hijo Pablo Ardissone, esta mañana, a Última Hora, cuando se solicitaba un pedido de donación de sangre para la célebre figura. El intérprete ingresó el martes 20 de mayo a terapia intensiva.

Sus restos serán velados a partir de las 22:30 en el Parque Serenidad, ubicado sobre la avenida España de Asunción.

José Luis Ardissone Nunes nació el 3 de noviembre de 1940, en Asunción. Además de haber sido el fundador y director del emblemático Arlequín Teatro, se desempeñó como actor, director, escenógrafo, vestuarista, autor y arquitecto.

Su primer contacto con el teatro fue de niño, cuando acompañaba a sus padres a las salas a ver a las compañías de zarzuela españolas que venían a Asunción. “Yo no entendía mucho, pero me gustaba”, señaló el actor en una de sus últimas entrevistas brindadas  a la prensa.

A lo largo de su carrera desempeñó varios papeles sobre las tablas. “Yo siempre los personajes que interpreto son porque siento alguna comunión con ellos”, afirmó y citó entre los más recordados a Alejandro Guanes, del unipersonal escrito por él, Caserón de añejos tiempos, y Willy Loman, de La muerte de un viajante.

También arquitecto sobrellevó esa profesión con el teatro por casi tres décadas y luego decidió orientarse totalmente al mundo teatral.

“Durante casi 30 años pude hacer ambas cosas. Como decía en esa época: ‘Como con la arquitectura y vivo con el teatro’. Era un quilombo. Hablé con mi esposa: ‘Voy a dejar la arquitectura y vamos a seguir con el teatro’, aceptó. Fue muy generosa y a partir de ese momento, 1982, dejé a la esposa y me quedé con la amante, se fue la arquitectura y me quedé con el teatro”, señaló.

De su relación con el público destacó la emoción y la energía. “Hay momentos en algunas obras, sobre todo en un escenario tan cercano como del Arlequín, ves las primeras butacas y de repente ves (gesto limpiándose las lágrimas) y te contagia esa emoción”, recordó.

Asimismo, aludió al reconocimiento de su trabajo. “Cuando ves que eso que hacés con tanto amor es bien recibido, entonces decís: ‘¡Pucha, por lo visto valió la pena hacer todo esto!’”, expresó.

En una entrevista aludió a la muerte y señaló que le gustaría ser recordado como “un ser humano que hizo lo que era su vocación y lo hizo con una entrega total. Que vean en mí, sobre todo la gente de teatro, un ejemplo de que la perseverancia en una vocación puede dar resultado”, acotó.

 

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