

Por: Redacción Central.
Cinco profesionales paraguayos miembros de Cybsec aceptaron el desafío del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) de demostrar cómo se podrían hackear las máquinas de votación. En la mañana de ayer lunes, presentaron una nota al máximo organismo electoral en la que solicitan una máquina de votación para estudiarla durante tres meses y demostrar que puede ser vulnerada.
Específicamente solicitan una máquina de cada oferente que se presentó al llamado (Consorcio Paraguay Democrático, Consorcio Comitia SA y Miru Systems). Luego de la adjudicación que se producirá a fines de mes, piden tener también una máquina de la empresa adjudicada.
El pasado 26 de mayo, Luis Alberto Mauro, director de la Comisión Electoral del TSJE, pidió a los críticos de la ciberseguridad de las próximas máquinas de votación –que el Gobierno paraguayo planea adquirir– que expliquen cómo y en qué momento podrían ser hackeados los equipos.
Como respuesta a esto, los analistas informáticos paraguayos miembros de Cybsec presentaron una nota a los miembros del TSJE (César Emilio Rossel, Jorge Bogarín y Jaime Bestard) para poder acceder a una de las máquinas de votación próximas a adquirir.
Ahora queda en manos del máximo organismo electoral aceptar o no el pedido de los analistas.
PEDIDO
Según el analista informático Luis Benítez, uno de los hackers firmantes de la nota, las máquinas de votación pueden ser hackeadas, contrariamente a lo que indican los asesores del TSJE.
En la misiva plantea que le entreguen un equipo para demostrar su vulnerabilidad.
“Este no es un desafío para charlas mediáticas, sino un problema de alta complejidad técnica. ¿Por qué es tan difícil ‘explicar’ cómo hackear una máquina? Porque para hacerlo se necesita mucho más que un micrófono o una cámara”, dijo.
“Se requiere una combinación de conocimiento profundo de hardware, firmware y sistemas operativos embebidos. Dominio de redes, criptografía, protocolos de comunicación, ingeniería inversa y análisis forense. Y, en muchos casos, un entendimiento de la psicología humana para explotar errores operativos (ingeniería social)”, comentó.