Por: Marisol Ramírez

El jazzista y docente Carlos Schvartzman

Carlos Schvartzman, referente del jazz contemporáneo en Paraguay y formador de varias generaciones de músicos, falleció el sábado 28 de junio, a los 77 años. El velorio tiene lugar en Margatti, sito en Pa’i Pérez 845 casi Teodoro Mongelós, y el sepelio será en el cementerio Israelita.

Carlos Schvartzman enfrentó complicaciones de salud durante más de un año, periodo en el que la comunidad de artistas acompañó al maestro y a su familia.

Para su hermano Luis Schvartzman, “es muy importante destacar el inmenso respeto, cariño, admiración que le mostraron sus colegas, alumnos, participantes de coros estudiantiles que dirigió, etc.”.

Carlos fue un destacado pianista, guitarrista, compositor, arreglador y orquestador de jazz y música contemporánea. Además, fue docente de la carrera de Licenciatura en Música de la FADA, arquitecto, profesor de inglés y director de varios grupos musicales.

También subrayó que “todas las muestras de aprecio y cariño fueron pilares que dio fuerza a la familia para atravesar tiempos difíciles. Solo gracias a todos por haber estado presentes de la mejor manera”.

Colegas manifestaron su pesar en redes sociales: “Hoy nos ha dejado un gran referente de la música de nuestro país: Carlos Schvartzman, gran estudioso, erudito, maestro de maestros. Hoy te decimos adiós”, señaló en su cuenta de X la cantautora Lizza Bogado, quien compartió mesa de jurado con él en un programa de televisión en el año 2007.

“Enorme tristeza”, dijo a su vez el periodista de espectáculos y radialista Armando Rubin, también en su cuenta X, acerca de la partida de su primo hermano.

“Merecido homenaje al pianista, guitarrista, compositor y orquestador de jazz y música contemporánea, uno de los más respetados de nuestro país. Recibió el reconocimiento Emiliano R. Fernández de la Cámara de Diputados”, recordó Rubin.

Sergio Cuquejo, productor musical y director de Spirit and Sound Orchestra, señaló: “Hoy despedimos con profunda tristeza a uno de los pilares de la música paraguaya: el maestro Carlos Schvartzman, referente indiscutido, formador de generaciones enteras de músicos y fuente inagotable de sabiduría y sensibilidad”.

Cuquejo se siente privilegiado porque lo tuvo como profesor de armonía y orquestación, pero sobre todo, “como guía”.

“Fue él quien vio en mí, cuando apenas empezaba, el talento de arreglador. Me miró con esa claridad que solo los grandes tienen y me dijo: ‘Vos tenés que estudiar armonía, orquestación… y arreglos’”.

Cuquejo considera que esas palabras, “marcaron un antes y un después en mi camino. Me ayudaron a encontrar una dirección, una vocación”.

El actual director del Teatro Municipal Ignacio A. Pane resaltó que su ex maestro también lo fue de “muchísimos artistas que hoy hacen música en Paraguay y el mundo”.

Para Cuquejo, “el legado de Carlos vive en cada arreglo, en cada acorde bien pensado, en cada orquestación que emociona. Nos enseñó a escuchar, a pensar la música con profundidad, a sentirla como parte esencial de lo que somos”.

Y finalizó: “Hoy la música está de luto, pero su obra y su influencia siguen vivas en cada uno de nosotros. Gracias por tanto, maestro. Que tu espíritu siga vibrando en cada melodía”.

Su ex alumno Carlos Cazal, director del coro de la Universidad Americana, recibió la noticia de su fallecimiento en medio de una clase: “Me quedé impactado. Sin embargo, seguí impartiendo clases porque él hubiese querido eso: que continuemos difundiendo lo que nos enseñó con tanta pasión”.

Carlos Schvartzman fue mucho más que un músico: fue formador, mentor y pionero. Estudió en el prestigioso Berklee College of Music en la década de los ochenta, y trajo consigo un enfoque innovador para la enseñanza de la armonía jazzística y su aplicación en la música paraguaya. Fue un adelantado a su tiempo: “Ya en los 70, experimentaba con arreglos modernos de guaranias y polcas, fusionando lo local con lo global”.

Entre sus contribuciones destacadas está la fundación del grupo Voces Nuevas, con el que grabó en Buenos Aires arreglos originales de música paraguaya contemporánea. Fue también impulsor del grupo Strong Wind, junto a reconocidos músicos como Mario Lobito Martínez. Más adelante, lideró ensambles de jazz instrumental y promovía la composición con polcas modernas y experimentales.

Como docente, marcó generaciones. No solo formaba técnicamente, sino que compartía materiales, anécdotas, discos y libros. “Carlos era un maestro de alma. Te enseñaba armonía, pero también te prestaba un casete, te escribía partituras a mano, te dejaba entrar en su universo”.

Entre sus alumnos se encuentran destacados nombres del medio como Rudy Elías, Ivo Calderón, Sergio Cuquejo y muchos otros que hoy continúan con su legado. También colaboró y compartió conocimientos con figuras como Berta Rojas.