Miles de personas tomaron las calles en más de 1,600 puntos de EE. UU. para exigir el fin de las redadas migratorias, las deportaciones sin debido proceso y el uso de fuerzas federales contra comunidades vulnerables. Las protestas, convocadas bajo el lema “Good Trouble Lives On”, también rindieron homenaje al legado del líder de derechos civiles John Lewis.
Más de 1,600 manifestaciones se llevaron a cabo este miércoles 17 de julio en todo Estados Unidos en rechazo a las políticas migratorias del actual gobierno. Bajo el lema “Good Trouble Lives On”, las movilizaciones se organizaron en homenaje al legado del congresista y activista por los derechos civiles, John Lewis, a cinco años de su fallecimiento.
Las protestas fueron organizadas por una amplia coalición de organizaciones civiles, religiosas y defensoras de los derechos humanos. En conjunto, denunciaron el aumento de redadas migratorias en barrios latinos y asiáticos, las deportaciones exprés sin debido proceso, los recortes al sistema de salud pública Medicaid y el uso creciente de fuerzas militares y policiales en tareas migratorias.
Concentraciones en ciudades clave
Entre las ciudades con mayor participación destacaron Chicago, Atlanta, Oakland, St. Louis, Annapolis y Tempe (Phoenix). En esta última, decenas de personas bloquearon por momentos la autopista US-60, portando pancartas con mensajes como “#EndICE” y “Immigrants Make Us Great”. En Atlanta, cientos marcharon desde la histórica iglesia Big Bethel AME hasta Ebenezer Baptist Church, símbolo del movimiento por los derechos civiles.
Las actividades fueron pacíficas y de carácter cívico. Incluyeron vigilias con velas, intervenciones musicales, registros de votantes, y espacios de denuncia pública. En Chicago, los participantes realizaron una vigilia interreligiosa con lectura de testimonios de migrantes detenidos. En otras ciudades, líderes religiosos, trabajadores sociales y médicos alzaron su voz contra lo que describen como una “militarización de la política migratoria”.
Los manifestantes exigieron la suspensión inmediata de las redadas motivadas por perfil racial, el fin de las deportaciones sin revisión judicial, y la restauración de programas sociales básicos como Medicaid, que han sido recortados bajo justificaciones presupuestarias. También denunciaron la utilización de la Guardia Nacional y el cuerpo de marines en tareas migratorias, calificándolo como un signo de creciente autoritarismo.
El legado de John Lewis
El lema de la jornada, “Good Trouble Lives On”, hace referencia a la famosa frase de John Lewis: “La buena lucha sigue”. Los organizadores invocaron su memoria como símbolo de lucha pacífica y desobediencia civil ante leyes injustas. Para muchos participantes, las actuales políticas migratorias no solo representan un retroceso legal, sino un atentado contra la dignidad humana y el tejido social del país.
Con información de: The Guardian y Az Family
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