sábado 23 de agosto de 2025 - Edición Nº2453

Economía | 23 ago 2025

Estructuras económicas desiguales.

Latinoamérica ajusta salarios mínimos en 2025, pero poder adquisitivo es insuficiente

09:45 |Un artículo de Bloomberg recopila datos sobre los salarios mínimos de diversos países de América Latina. En 2025, los salarios mínimos se ajustaron con el objetivo de mitigar la pérdida del poder adquisitivo en un contexto de inflación persistente, alta informalidad laboral y estructuras económicas desiguales.


Por: Fuente: Agencia Pressenza

(Imagen de Bloomberg)

Un artículo de Bloomberg recopila datos sobre los salarios mínimos de diversos países de América Latina. En 2025, los salarios mínimos se ajustaron con el objetivo de mitigar la pérdida del poder adquisitivo en un contexto de inflación persistente, alta informalidad laboral y estructuras económicas desiguales. Aunque las alzas nominales son visibles, su impacto real sigue siendo limitado, pues, en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), el promedio regional equivale al 60% del mínimo estadounidense.

Por: CEPLAN.

En el primer semestre del año, países como Argentina, Chile, Bolivia, El Salvador, Nicaragua y Paraguay anunciaron incrementos en sus salarios mínimos. En Argentina, el salario mínimo vital y móvil (SMVM) subió un 1,4% hasta alcanzar USD 262,64, mientras que en Chile se aprobó un incremento del 3,6% (a USD 565) y se prevé otro ajuste para enero de 2026. Bolivia aplicó un aumento del 10%, llevando el salario mínimo a USD 398, y en Paraguay se proyecta una subida del 3,6%, que elevaría el ingreso mensual mínimo a USD 362. En El Salvador, el ajuste fue del 12%, con un nuevo salario de USD 408,80 para sectores como comercio e industria.

Asimismo, Brasil, México, Colombia, Perú, Uruguay y Ecuador realizaron aumentos previamente establecidos al inicio de 2025. Por ejemplo, en Perú, la Remuneración Mínima Vital (RMV) pasó de S/. 1025 a S/. 1130 (de USD 286 a USD 316), mientras que en Brasil, Colombia y Ecuador el salario se fijó en USD 273, USD 349 y USD 470 respectivamente.

En Centroamérica y el Caribe, países como Costa Rica, Panamá, Honduras y Guatemala ajustaron sus mínimos antes de 2025. En contraste, solo Venezuela mantiene congelado su salario mínimo desde 2022, que se fijó en USD 130, pese a los incrementos en bonificaciones complementarias.

Ajustes insuficientes para cubrir canasta básica

Sin embargo, los ajustes han resultado insuficientes frente a la inflación y el encarecimiento del costo de vida. La economista Clara Inés Pardo advirtió que “los salarios mínimos, por sí solos, están en casi toda la región, por debajo de lo necesario para cubrir una canasta básica”, señalando que factores como inflación, tipo de cambio y nivel de formalización laboral influyen en esta brecha. En Costa Rica, por ejemplo, el salario mínimo de USD 726 no garantiza un poder adquisitivo alto debido a los altos precios de vivienda y transporte.

De acuerdo con la OIT, los salarios mínimos medidos en PPA evidencian una profunda asimetría. Mientras que Surinam apenas alcanza los USD 283 (PPA), Costa Rica y Ecuador se acercan a la referencia de EE. UU. (USD 1257), con USD 1054 y USD 1022, respectivamente. El promedio regional se ubica en USD 772 (PPA), lo que equivale al 60% del mínimo estadounidense. A pesar de los aumentos, pocos países superan el umbral del 50%, lo que refleja una persistente incapacidad para cubrir los gastos básicos.

A nivel estructural, los desafíos comunes incluyen los elevados costos laborales para los empleadores — lo que limita la capacidad de ajuste salarial en empresas pequeñas—, la informalidad generalizada, y la debilidad institucional para negociar incrementos sostenibles. Además, la disparidad en el desarrollo económico y las diferencias en políticas públicas agravan las brechas entre países, dificultando una comparación homogénea.

En síntesis, los incrementos salariales de 2025 responden tanto a necesidades económicas urgentes como a decisiones políticas. Algunos gobiernos buscan estimular el consumo interno mediante aumentos reales, mientras que otros priorizan la estabilidad macroeconómica. No obstante, sin mecanismos de indexación eficaces, muchos de estos ajustes podrían quedarse en gestos simbólicos, sin traducirse en mejoras reales en el nivel de vida de los trabajadores formales.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias