Por: Agencia InnContext

En un análisis global publicado en la revista Science, los investigadores resaltan que, para hacer frente al cambio climático así como para salvaguardar el agua y la biodiversidad, se podría reforestar y restaurar bosques en una superficie global disponible de 389 millones de hectáreas (el tamaño aproximado de India). Esto permitiría almacenar 39,9 gigatoneladas de carbono para 2050, lo que equivale a aproximadamente al 63% del sumidero anual de carbono de la última década.

Los científicos llegaron a estos números tras elaborar mapas globales de carbono del suelo, los cuales revelan las ganancias y las pérdidas de carbono con la forestación, principalmente en la capa superior del suelo.

El estudio revela un fuerte desbalance geográfico: el 90 % de los compromisos actuales de plantación de árboles provienen de países de ingresos bajos y medios, con África aportando la mitad, pese a que su superficie realmente apta es solo el 4 % del potencial global. “Algunos países están prometiendo mucho más de lo que deberían, mientras que otros están rezagados. Las economías más ricas podrían aumentar sus compromisos internos y su apoyo internacional, incluyendo financiamiento, transferencia tecnológica y mercados de carbono”, advirtió Qin.

El mayor potencial para la plantación sostenible de árboles se encuentra en Sudamérica, donde podría volver a crecer una gran superficie de bosques previamente talados. Sólo Brasil representa una quinta parte de la superficie potencialmente adecuada para la forestación.

Hasta ahora, los países de todo el mundo se han comprometido a plantar 230 millones de hectáreas de árboles hasta 2030; pero sólo la mitad de los compromisos se han realizado en tierras disponibles de forma sostenible.

“El potencial para plantar árboles y almacenar carbono es enorme, pero debe hacerse con cuidado, utilizando tierras que estén verdaderamente disponibles y respetando las salvaguardas”, señaló el autor principal, Zhanghai Qin.

Los autores subrayan que frenar la pérdida de bosques existentes es igual o más importante que crear nuevos. “Si detuviéramos totalmente la deforestación para 2030, podríamos evitar emisiones casi tres veces mayores que las prometidas por los actuales planes de reforestación sostenible”, concluye el estudio.

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