martes 09 de septiembre de 2025 - Edición Nº2470

Internacionales | 8 sep 2025

“No volveremos a ser colonia de nadie”

Alcances del discurso de Lula por los 200 años de la independencia de Brasil

Al conmemorar los 200 años de la independencia de Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva pronunció un discurso cargado de significado histórico, político y social. En él, vinculó el pasado colonial con los desafíos contemporáneos del país, abordando temas de soberanía, democracia, desarrollo sostenible y unidad nacional.


Por: Claudia Aranda. Fuente: Agencia Pressenza

Lula Da Silva; Presidente de Brasil.

Al conmemorar los 200 años de la independencia de Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva pronunció un discurso cargado de significado histórico, político y social. En él, vinculó el pasado colonial con los desafíos contemporáneos del país, abordando temas de soberanía, democracia, desarrollo sostenible y unidad nacional. Sus palabras reflejan no solo una mirada hacia el legado independentista, sino también la proyección de Brasil en el escenario global y las pugnas internas que marcan la política brasileña actual.

“No volveremos a ser colonia de nadie”

“Más de 200 años se pasaron y nosotros nos volvimos soberanos. No somos y no seremos nuevamente colonia de nadie”, afirmó Lula, en el pasaje más resonante de su mensaje. El mandatario aprovechó la efeméride para recalcar que Brasil debe ser dueño de su propio destino, estableciendo un paralelismo entre el sometimiento del periodo colonial y las actuales presiones económicas y políticas externas. Este argumento adquiere relevancia en un contexto internacional volátil, donde potencias y organismos internacionales buscan influir en las políticas nacionales de países como Brasil.

“El único dueño de Brasil es el pueblo brasileño”

“El Brasil tiene un único dueño: el pueblo brasileño”. Con esta frase, Lula manifestó su rechazo a toda injerencia extranjera—sea gubernamental, judicial o financiera—en los asuntos internos del Brasil. Se trata de una respuesta clara a las críticas y presiones externas sobre la política y la gestión nacional, así como a debates vigentes sobre la protección de la soberanía nacional y los bienes estratégicos del país.

Defensa de la democracia y rechazo al golpismo

“Defendemos nuestra democracia y resistiremos a cualquiera que intente golpearla. El papel de algunos políticos brasileños que incitan a ataques contra Brasil es inaceptable… Son traidores a la nación. La historia no los perdonará”, lanzó Lula, refiriéndose indirectamente a los episodios de inestabilidad institucional y a las maniobras de sectores radicales de la oposición que piden la intervención de fuerzas externas o la ruptura institucional. El presidente enmarca la defensa democrática como parte integral del proceso de independencia aún en curso.

Soberanía económica: diversificación de mercados

El mandatario celebró la “apertura de más de 400 nuevos mercados para las exportaciones” en solo dos años y ocho meses de gestión. Esto responde a una estrategia para reducir la dependencia de socios comerciales tradicionales, fortalecer la economía nacional y consolidar la soberanía económica del país. Lula destacó que la soberanía no implica aislamiento, sino que debe estar sustentada en relaciones comerciales diversificadas, abiertas y justas.

Libre comercio, multilateralismo y paz, sin renunciar a la autonomía

“Nunca abriremos mano de nuestra soberanía. Defendemos el libre comercio, la paz, el multilateralismo y la armonía entre las naciones, pero nunca abriremos mano de nuestra soberanía”. Lula refuerza el histórico compromiso brasileño con una política exterior activa e independiente, alineada con los principios del Itamaraty. Favorece la cooperación internacional, pero deja claro que ningún acuerdo o alianza estará por encima de los intereses nacionales.

Protección del medio ambiente en clave internacional

Lula vincula el desarrollo nacional a la responsabilidad medioambiental, subrayando el logro de “reducir a la mitad la deforestación en la Amazonía” y resaltando el hecho de que Brasil albergará la COP30, la principal cumbre climática mundial. La referencia ambiental no solo responde a un compromiso interno, sino también a las expectativas y presiones internacionales respecto al papel clave de Brasil en la lucha global contra el cambio climático.

Defensa de bienes públicos: el ejemplo del PIX

Al referirse al sistema de pagos digitales PIX, Lula enfatizó que “el PIX es del Brasil. Es público, es gratuito y va a continuar así”. El mandatario sitúa la defensa de los bienes y servicios públicos en el centro del debate nacional, plantándose ante propuestas privatizadoras y reafirmando el rol del Estado en la provisión de servicios esenciales.

Lucha contra la desinformación y la regulación de redes digitales

“Las redes digitales no pueden seguir siendo usadas para divulgar fake news y discursos de odio. No pueden dar espacio a la práctica de crímenes como fraudes financieros, explotación sexual de niños y adolescentes, y el incentivo al racismo y la violencia contra las mujeres”. Además, Lula reclamó que ninguna tecnología esté “por encima de la ley”, abriendo el debate sobre la regulación de grandes plataformas tecnológicas y medios digitales, un tema global que también enfrenta Brasil.

Compromiso con la independencia de los poderes

Lula recordó que la Constitución “establece la independencia entre los Tres Poderes” y que “el presidente de Brasil no puede interferir en las decisiones de la justicia brasileña”. Con esto se distanció de las acusaciones de querer manipular la justicia y reafirmó su respeto a la institucionalidad y la separación de poderes—tema crítico para la estabilidad democrática luego de los hechos de enero de 2023.

Llamado a la unión nacional y defensa de los símbolos patrios

“El 7 de septiembre representa el momento en que dejamos de ser colonia y pasamos a conquistar nuestra independencia, nuestra libertad y nuestra soberanía. Este es el momento de la unión de todos en defensa de lo que pertenece a todos: nuestra Patria brasileña y los colores de la bandera de nuestro país”, señaló Lula al final de su mensaje. Convocó así a todos los sectores a unir fuerzas en la defensa de los intereses colectivos, la soberanía y el orgullo nacional.

El discurso de Lula por los 200 años de la independencia trasciende el homenaje y se inscribe como una declaración programática y un llamado a la acción nacional e internacional. Al defender la soberanía bajo múltiples dimensiones—económica, política, social y ambiental—y confrontar los retos internos y externos, el presidente busca proyectar una imagen de Brasil más segura de sí misma y alineada con su tradición diplomática del Itamaraty: activa, independiente y volcada al desarrollo soberano y plural del país.

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