

Por: Agencia InnContext
En plena cuenta regresiva para la COP30, jóvenes y mujeres de la Amazonía brasileña están ganando espacio en la toma de decisiones climáticas, llevando soluciones locales desde sus territorios hasta las mesas de negociación internacionales. El programa Voces por la Acción Climática Justa (VAC), que culmina este año, ha sido el motor de articulaciones inéditas que combinan incidencia política, defensa del territorio y construcción de alternativas sostenibles.
Entre los hitos, destaca la participación de Txai Suruí, joven indígena de Rondônia, en la apertura de la COP26, donde puso en primer plano la urgencia de proteger la selva y garantizar los derechos de los pueblos originarios. En paralelo, una red de agroecología en Maranhão se consolidó tras procesos de formación en justicia climática, comunicación y elaboración de proyectos, llevando sus propuestas a instancias regionales y nacionales.
Las mujeres amazónicas también han abierto espacios concretos de gobernanza climática. En Belém (Pará), una red liderada por jóvenes impulsó la creación del Fórum Municipal de Mudanças Climáticas, que busca incorporar la perspectiva de género y territorial en las políticas locales. Desde las periferias urbanas, la COP das Baixadas evidenció el protagonismo de comunidades que históricamente han estado al margen de las negociaciones, creando nuevos canales de incidencia.
Estas experiencias se complementan con la entrega de una carta al Consorcio Interestadual de la Amazonía Legal durante la COP27, en la que jóvenes lograron un compromiso formal para su participación activa en las decisiones sobre la región. “Se trata de pasar de la consulta simbólica a la incidencia real en políticas públicas”, señalan desde las coaliciones apoyadas por VAC.
En un contexto donde la Amazonía es vista como un pilar para alcanzar las metas del Acuerdo de París, las voces de estas lideresas y juventudes demuestran que la acción climática no es solo un debate técnico, sino un proceso profundamente social y territorial. Su reto ahora es mantener la articulación más allá del cierre del programa, aprovechando la visibilidad que ofrecerá la COP30 para consolidar avances y atraer nuevos apoyos.