Por: Agencia InnContext
![]()
En plena COP30, el anuncio de Colombia de declarar toda su Amazonía como zona libre de gran minería e hidrocarburos coincidió con la presentación de Até a Última Gota, una investigación transfronteriza que documenta los impactos de la expansión petrolera en el mayor bosque tropical del planeta.
La simultaneidad de ambos hechos dejó en primer plano un debate urgente: cómo blindar el bioma ante un modelo extractivo que, según evidencia reciente, sigue generando degradación ambiental y desigualdad social en varios países amazónicos.
Colombia se convirtió en el primer país de la cuenca en prohibir nuevas actividades extractivas en la totalidad de su bioma amazónico, un área de 483 mil km² que representa el 42% del territorio continental del país. “Lo hacemos no solo como un acto de soberanía ambiental, sino como un llamado fraterno a los demás países que comparten el bioma, porque la Amazonía no conoce fronteras”, afirmó Irene Vélez Torres, ministra de Ambiente. La medida busca frenar la pérdida de bosques, evitar la contaminación de ríos y proteger la biodiversidad en departamentos donde la apertura de vías y la minería ilegal ya fragmentaron ecosistemas vitales.
Mientras tanto, Até a Última Gota, un proyecto coordinado por InfoAmazonia junto a medios de Ecuador, Perú y Colombia, presentó los hallazgos de casi un año de investigación periodística, científica y de análisis de datos sobre los impactos del petróleo en Brasil, Colômbia, Equador, Guiana y Peru. El trabajo revela un patrón común: territorios con promesas de desarrollo conviven en realidad con oleoductos que fugan, bosques arrasados, desplazamientos forzados y gobiernos que sostienen la apuesta petrolera a pesar de alertas ambientales y comunitarias.
El contraste entre la decisión de Colombia y la continuidad de proyectos petroleros en otros países de la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica) reavivó pedidos de coordinación regional. En el Encuentro de Ministros de Ambiente, los países lanzaron la Comisión Especial de Medio Ambiente y Clima, orientada a enfrentar delitos ambientales, articular agendas de biodiversidad y clima, y fortalecer la transición energética. Colombia llamó, además, a avanzar hacia un acuerdo multilateral para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
Ver Até a Última Gota acá.