sábado 22 de noviembre de 2025 - Edición Nº2544

Medio Ambiente | 21 nov 2025

No hay justicia climática sin igualdad de gén

COP30: De las recolectoras de residuos a las juezas, no hay justicia climática sin igualdad de género

En el último día previsto para la COP30 en Belém, las tensas negociaciones se prolongan hasta la tarde del viernes, ya que persisten las divisiones. En medio de las conversaciones en curso, un mensaje destaca por encima del ruido: el cambio climático afecta más duramente a las mujeres.


Por: Noticias ONU

Manifestantes protestan durante la acción «Fin del Mercado Mundial» en la COP30 en Belém, Brasil.

En el último día previsto para la COP30 en Belém, las tensas negociaciones se prolongan hasta la tarde del viernes, ya que persisten las divisiones. En medio de las conversaciones en curso, un mensaje destaca por encima del ruido: el cambio climático afecta más duramente a las mujeres.

 

Las voces de las mujeres se alzan con claridad y urgencia, presionando a los negociadores para que la conferencia deje una huella duradera en la relación entre el género y la política climática.

En el centro de las conversaciones se encuentra el Plan de Acción de Género de Belém, un proyecto que reconoce que el cambio climático afecta más duramente a las mujeres y establece medidas de financiación, formación y liderazgo.

«La justicia climática solo existe cuando también existe la igualdad de género», afirma Ana Carolina Querino, representante interina de ONU Mujeres en Brasil, haciéndose eco de un sentimiento que se ha escuchado en los pasillos y salas desde que se inauguró la cumbre el pasado lunes 10 de noviembre.

Si se aprueba, el plan se aplicaría entre 2026 y 2034, incorporando enfoques que tengan en cuenta las cuestiones de género en las estrategias de transición justa, adaptación y mitigación, así como en los mecanismos para pérdidas y daños.

Nanci Darcolete es una recicladora autónoma de São Paulo y asesora de incidencia política del Movimento de Pimpadores.

Noticias ONU/Felipe de Carvalho

Las recicladoras, en primera línea de la reducción de emisiones

En las calles de São Paulo, Nanci Darcolete es recicladora desde 1999.

Hoy en día, dirige Pimp My Carroça, una organización que lucha por los derechos de los trabajadores que convierten los materiales desechados en recursos, evitando que se acumulen montañas de residuos o se quemen.

Según ella, los recolectores de residuos desempeñaron un papel histórico en la COP30 al demostrar cómo su trabajo reduce las emisiones y alivia la presión sobre los recursos naturales.

«Ahora vemos lo importante que es que los recolectores de residuos también trabajen en el compostaje de residuos orgánicos», explica. «Eso va a ahorrar dinero a los municipios, proporcionar ingresos a los recolectores de residuos y capturar toneladas y toneladas de gases, lo que supondrá una importante mitigación al eliminar los contaminantes pesados del medio ambiente».

Las mujeres lideran la cadena de reciclaje

En Brasil, las mujeres constituyen la mayoría de los recicladores y dirigen la mayoría de las cooperativas. Sin embargo, siguen enfrentándose al racismo y la violencia de género en las calles, a menudo mientras compaginan el cuidado del hogar y la familia.

Para Nanci, el cambio climático está dificultando su trabajo. El aumento del calor y las inundaciones afectan con mayor dureza a los barrios de bajos ingresos, lo que agrava unas condiciones ya de por sí difíciles. Quiere que la agenda de adaptación de la COP30 reconozca a los recolectores de residuos como «agentes de transformación», con una mejor logística urbana, puntos de hidratación y contratos remunerados.

La abogada portuguesa Mariana Gomes es una emprendedora social y activista climática.

Noticias ONU//Felipe de Carvalho

 

La abogada portuguesa Mariana Gomes es una emprendedora social y activista climática.

El litigio como arma para la justicia climática

Al otro lado del Atlántico, la abogada portuguesa Mariana Gomes, de 24 años, utiliza la ley como lo que ella denomina «la herramienta más importante» para luchar contra la crisis climática. Fundó Último Recurso, el grupo responsable del primer caso de litigio climático de Portugal, que ahora lidera más de 170 demandas.

Mariana cree que los litigios pueden convertir las promesas en acciones vinculantes, especialmente tras el reciente dictamen de la Corte Internacional de Justicia que exige a los Estados actuar para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.

«Creo que en el futuro veremos muchas demandas contra los Estados, especialmente contra aquellos que deben aumentar su ambición, adoptar leyes climáticas y alinear sus objetivos con el Acuerdo de París. Porque ahora, más que nunca, llevamos sobre nuestras espaldas el peso de la Corte Internacional de Justicia», nos dice.

El derecho a un medio ambiente limpio y saludable

Mariana sostiene que los ciudadanos pueden exigir a sus gobiernos que garanticen el derecho a un medio ambiente limpio y saludable y a un clima estable. En Portugal, está impulsando los Planes Municipales de Acción Climática para ayudar a las autoridades locales a prepararse para sequías, incendios forestales, inundaciones y otros desastres.

Para ella, la adaptación y la mitigación deben reconocer que los desastres climáticos afectan más duramente a las mujeres, aumentando los riesgos de violencia de género, desplazamientos y cargas asistenciales. Según ella, los litigios pueden hacer más que reducir las emisiones o detener los proyectos extractivos, pueden desbloquear la financiación y la indemnización para las comunidades afectadas, protegiendo al mismo tiempo los derechos de las mujeres.

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