martes 09 de diciembre de 2025 - Edición Nº2561

Derechos Humanos | 9 dic 2025

Presión Internacional.

La desobediencia que repara el mundo

10:08 |Solo la presión internacional puede detener a Israel, como detuvo el apartheid en Sudáfrica. Y si los gobiernos son cómplices, ¿quién ejercerá presión sobre ellos? Tú y yo, nosotros, el pueblo, empezando por jóvenes como Ella e Iddo de Mesarvot, como Daniel de Tikkun.


Por: Giada Caracristi. Fuente: Agencia Pressenza

Solo la presión internacional puede detener a Israel, como detuvo el apartheid en Sudáfrica.

Y si los gobiernos son cómplices, ¿quién ejercerá presión sobre ellos? Tú y yo, nosotros, el pueblo, empezando por jóvenes como Ella e Iddo de Mesarvot, como Daniel de Tikkun , la diáspora judía descolonial, como nuestros hijos que se niegan a someterse a la lógica de la seguridad, a la militarización de la sociedad escolar y civil, a la falsificación de la historia en los libros de texto, a la censura, a la manipulación, a la mentira difundida con orgullo por una clase política que ostenta apretones de manos manchados de sangre.

En Israel como aquí, dondequiera que esté el aquí.

A Ella, Iddo y Daniel los conocí anoche en el extremo norte de Italia, en Valtellina, en el salón de actos de un instituto de Morbegno repleto de gente de todas las edades, presentados por Antonio Scordia, responsable de África del Norte y Oriente Medio de Amnistía Internacional, en un acto organizado por AssopacePalestina, Amnistía Internacional y GIT Bancaetica.

Ella e Iddo son objetores de conciencia, activistas anticolonialistas y comunistas. Iddo es secretario del partido y Ella miembro del consejo. Tienen 18 y 19 años.

No sé cuántos años tiene Daniel, probablemente unos veinte recién cumplidos. Tiene la mirada brillante y las ideas claras. En su intervención contrapone el DdL Gasparri (reciente proyecto de ley presentado al Senado italiano en el que se equipara el antisionismo con el antisemitismo) a la Declaración de Jerusalén sobre el antisemitismo, en cuyo párrafo C, punto 2, se afirma: “No es antisemita apoyar acuerdos que otorguen plena igualdad a todos los habitantes «entre el río y el mar”. Y en el punto 4: “El boicot, la desinversión y las sanciones son formas comunes y no violentas de protesta política contra los Estados. En el caso de Israel, no son, en sí mismas, antisemitas”.

Daniel recuerda el valor de la memoria de todos los genocidios y el valor universal de ese “Nunca más” que repetimos cada año.

“Israel es un ejército con un Estado más que un Estado con un ejército”, declara Ella. Una declaración que causa impacto porque ya no estamos acostumbrados a la honestidad explícita.

Desde su fundación, Israel basa la mayor parte de sus transacciones de importación y exportación en el comercio de armas y dispositivos de inteligencia militar. Y al parecer, eso es lo que aspira la Unión Europea porque, hasta ahora, la muerte genera más dinero que la vida.

Iddo cuenta qué es la educación escolar israelí, entendida como manipulación cognitiva que desencadena vulnerabilidad e inseguridad. Es como ver una película: Innocence. Deshumanizar al otro se convierte en una necesidad colectiva, al igual que armarse y atacar –en la alucinación distópica–, se transforman en estrategia de defensa. Y entonces toda la sociedad se estructura en torno a la carrera militar, presentada como una oportunidad estimulante, un viático para la realización de talentos y aspiraciones en cualquier ámbito, desde la banda de rock de las Fuerzas de Defensa de Israel que te convertirá en una estrella del pop, hasta la editorial que te transformará en un periodista de programas de entrevistas.

Qué extraña es la sociedad israelí… Tan extraña como la nuestra, dondequiera que vivamos. En Italia, por ejemplo, un instituto cualquiera: septiembre, encuentro con la policía; octubre, invitación a participar en un programa de formación extracurricular tutorizado por Leonardo, la misma empresa denunciada ante la Corte Penal Internacional por complicidad en genocidio; noviembre, encuentro con los Carabinieri para adentrarse en la criminología; diciembre, la propuesta de un campamento de verano militar, el curso Audacia 2026.

Ella, Iddo y Daniel lo dicen abiertamente: la escalada de violencia, de represión, el avance de la estructura de manipulación, control y militarización no se detendrán ni en Palestina ni en ningún otro lugar mientras disfruten de impunidad internacional y mientras nos quedemos encerrados viendo en directo el desmoronamiento de la sociedad del derecho.

¿Y entonces? Ella concluye: pedimos la liberación de Marwan Barghouthi, el único líder palestino capaz de apoyar la paz entre Israel y Palestina y dialogar constructivamente con la comunidad internacional. Boicoteemos, denunciemos, manifestémonos, pongamos nuestros cuerpos y nuestras caras.

Sí. Hagamos como Ella, Iddo y Daniel, hagamos como nuestros jóvenes, que cuando se abren al mundo y no se reconocen en lo que encuentran, se confrontan, se buscan, se informan y se unen.

Ella e Iddo en Israel, nosotros y nuestros jóvenes en los Estados aliados y cómplices.

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