Por: Fuente: https://www.ciudadanianoticias.ar/
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En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información +20 (WSIS+20), los Estados miembros de Naciones Unidas revisaron dos décadas de políticas digitales y renovaron compromisos sobre derechos humanos, inclusión, cooperación internacional y gobernanza de la inteligencia artificial.
Los Estados miembros de las Naciones Unidas concluyeron en Nueva York la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información +20, el proceso multilateral que revisa y actualiza los compromisos asumidos hace dos décadas en torno al desarrollo de la sociedad digital. El encuentro marcó un nuevo hito en la discusión global sobre gobernanza tecnológica, en un escenario atravesado por la expansión de la inteligencia artificial, la concentración de poder digital y las crecientes desigualdades en el acceso a la tecnología.
El documento final reafirma que los derechos humanos deben ocupar un lugar central en el entorno digital, y que el desarrollo tecnológico no puede avanzar en detrimento de libertades fundamentales como la privacidad, la libertad de expresión y el acceso a la información. En ese marco, los países acordaron profundizar la cooperación internacional para promover mayor transparencia, responsabilidad y marcos de gobernanza que acompañen el despliegue de sistemas de inteligencia artificial.
Otro de los ejes destacados es la reducción de la brecha digital, un problema que sigue afectando a amplios sectores de la población mundial. Naciones Unidas remarcó la necesidad de fortalecer la infraestructura digital, la alfabetización tecnológica y el acceso equitativo a las herramientas digitales, especialmente en los países en desarrollo, para evitar que la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías profundicen desigualdades existentes.
La cumbre también subrayó la importancia de la cooperación multilateral y técnica como respuesta a los desafíos que plantea la transformación digital. Lejos de cerrar el debate, la WSIS+20 consolida un marco común desde el cual los Estados, organismos internacionales, sector privado y sociedad civil deberán seguir construyendo consensos sobre el futuro de la gobernanza digital.
Con el cierre de la WSIS+20, Naciones Unidas ratifica una posición clave: la tecnología debe estar al servicio del desarrollo humano, la democracia y la inclusión, y su regulación no puede quedar librada exclusivamente a intereses de mercado o a decisiones unilaterales, sino que requiere acuerdos globales y participación democrática.