sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Actualidad | 3 feb 2024

Dictadura Nunca Más

Mirando el pasado, viviendo el presente y construyendo el futuro

Hoy hace 35 años que cayó el tirano Stroessner y debemos rendir homenaje a todas sus víctimas, no solamente recordando el pasado, sino analizando cómo estamos en el presente y comenzando, de una vez por todas, a discutir en serio el futuro de nuestro país.


Por: Víctor Báez Mosqueira.

Hoy hace 35 años que cayó el tirano Stroessner y debemos rendir homenaje a todas sus víctimas, no solamente recordando el pasado, sino analizando cómo estamos en el presente y comenzando, de una vez por todas, a discutir en serio el futuro de nuestro país.

Ni olvido ni perdón a toda esa opresión, a las torturas, los asesinatos, los exilios forzados económicos o políticos, las represiones, las censuras, el empobrecimiento de obreros y campesinos, la falta de libertad de organización de los trabajadores/as y de los campesinos, la política de promoción del aislamiento y de la ignorancia. La justicia debe llegar a sus actores, promotores y cómplices. Debemos seguir empujando para desterrar muchas de sus perversiones que continúan vigentes, y construir la patria soñada que imaginaron los /as mártires.

Es eso mismo. Porque las personas desterradas, asesinadas, calumniadas, aisladas y execradas por el régimen despótico no solamente reclamaban la libertad de expresión. Reivindicaban un Paraguay que la canción “Mi patria soñada” de Carlos Miguel Giménez y Agustín Barbosa describe y que todos y todas cantamos; es decir, letras sobre las cuales la inmensa mayoría de paraguayos y paraguayas estamos de acuerdo.

A los efectos de explicarnos mejor, tomemos en préstamo algunos de sus versos:

Un país “libre de ataduras nativas o extrañas” donde nuestros gobernantes hablen de frente con el pueblo, dando las espaldas a las potencias y a las grandes multinacionales; donde los paraguayos que son ricos o políticamente poderosos ya no puedan hacer aprobar leyes a su medida y conveniencia, donde la política internacional ya no se base en a quién vendemos más carne o más soja

“Guardando en su entraña la prenda futura”, onde ya no se refieran a la niñez y a la juventud con el manido complemento de “futuro de la patria”, sino como el “presente de la patria”, invirtiendo en ambas, ahora, en educación, no solamente para el mercado sino, sobre todo, para vivir en sociedad, todos y todas como ciudadanos y ciudadanas respetando y haciéndose respetar. Un país donde los únicos privilegiados sean todos los niños y niñas y los y las jóvenes.

“Patria que no tenga hijos e hijas desgraciados” que pasan hambre, que no tienen jubilación, que no tienen trabajo, que emigran buscando afuera la oportunidad que aquí las élites les niegan.

“Ni amos insaciados que usurpen sus bienes” como sigue ocurriendo hoy. Podrán seguir inténtandolo, porque la codicia les es inherente, pero ya no lo harán en forma impune.

“Pueblo soberano por su democracia”, donde se tenga el voto en una mano y el pan en la otra. Donde los cargos electivos ya no los ocupen los ricos y los componentes de la narcopolítica, por culpa de  sistemas electorales cómplices como el de la “opción preferencial”.

“Huerto con fragancia de fueros humanos”. Es decir, un país donde se respeten los derechos humanos, donde no solamente no se torture ni se meta preso a quien disiente, sino donde todo el mundo goce de sus derechos económicos, sociales, medioambientales  y culturales, donde ya no haya despidos de gente que se organiza en sindicato, donde ya no exijan afiliación para trabajar.

“Rico en hombres (y mujeres) sanos/as de alma y corazón”. Donde el “sálvese quien pueda” sea trocado por “salvémonos todos y todas juntos”.

“Con niños alegres y madres felices”, donde ya no veamos a niños pobres en general y a niños y niñas indígenas en particular,  pidiendo limosna en las esquinas  o sacrificando sus cuerpecitos en el  repugnante altar de la pedofilia. Donde miles de madres que son cabezas de familia encuentren un apoyo real. Donde ya no haya feminicidios.

“Patria sin murallas para el pensamiento, libre como el viento, sin miedo a metralla” , o sin miedo a un poder judicial dominado por un sector político.

“Donde alegren trinos de son libertarios a los proletarios y a los campesinos”, en un país donde haya libertad sindical, negociación colectiva, donde a los derechos laborales y sociales ya no les llamen privilegios, mientras los ladrones que vacían el país se vuelven impunemente ricos. Donde la tierra sea de quien la trabaja. Donde haya oportunidades de empleo, donde el pequeño y el mediano empresario tengan posibilidades. Donde lo que se gana trabajando honestamente sea suficiente para llenar todas las necesidades y progresar.

Por estos sueños se sacrificaron los/as mártires de la tiranía. Fueron asesinados, torturados, exiliados, presos, confinados, perseguidos. El mejor homenaje a ellos y ellas es seguir luchando por esos objetivos.

Pero la pregunta es: lo estamos haciendo?

La respuesta es: lo hacemos, en parte, pero

Lo que hacemos es altamente insuficiente.

Por qué?

Porque nos distraen y no ponemos en debate las medidas y políticas estratégicas que pueden hacernos salir de la pobreza y el atraso.

Pongamos ejemplos: Es imprescindible luchar contra el nepotismo y la corrupción. La agenda de debate la pone siempre el partido colorado, apoyado por el opo-oficialismo,  y el contrapunto lo ponen los grandes medios de comunicación que defienden los intereses de sus dueños.

Sabemos que es necesario combatir todas las formas de corrupción y, entre ellas, el nepotismo, pero ese debate no es suficiente.

Tomemos como ejemplo el último anuncio del Poder Ejecutivo sobre el programa “hambre cero en las escuelas” y hagámonos la siguiente pregunta:

Es solamente la niñez en edad escolar la que pasa hambre en el Paraguay? No! Las propias cifras oficiales nos dicen que el 25 por ciento de la población paraguaya no ingiere el mínimo necesario de alimentos.

Otra pregunta: Se va alimentar solamente a quienes van a la escuela y dejar que el resto de sus familiares sigan pasando hambre?

Si el niño o niña pasa hambre, es porque su familia y no sólo él o ella no se está alimentado correctamente, porque no tiene los ingresos necesarios, porque está en el sector informal, porque sus padres están desempleados, o porque tienen empleo y no ganan siquiera el salario mínimo.

Pero hay más aún. Para financiar la alimentación escolar, suspenden la asistencia a las municipalidades y las gobernaciones. Eso se llama desvestir a un santo para vestir a otro. Y, de paso, concentran el poder económico, haciendo que la descentralización sea una quimera. La excusa es que hay corrupción en ese rubro. Nadie va preso, pero todo sirve como disculpa para centralizar el poder económico y el poder político cada vez más.

Nadie menciona que los ricos y las empresas que más ganan dinero deben pagar impuestos. Ni se cita que el 45 por ciento de los IRE son evadidos y nadie está preso por ello.

Seguimos haciendo preguntas que nos ayudan al análisis:

Los y las mártires de la dictadura se sacrificaron para que en nuestro país exista solamente una relativa libertad de expresión con serios riesgos de sufrir el lawfare o garrote judicial y para que los sojeros, los exportadores de carne y los bancos y financieras se sigan enriqueciendo sin límites, sin pagar impuestos y sin colaborar con el verdadero desarrollo del país?

Evidentemente que no. Los mártires de la dictadura se sacrificaron por un país democrático, inclusivo, con igualdad de oportunidades, con democracia no solamente representantiva sino participativa, por el derecho de la clase obrera a organizarse libremente en sindicatos, donde las tierras de los indígenas sean respetadas, con seguridad social para todos y todas, por el derecho de los campesinos a un precio justo por sus productos y a una tierra para trabajarla, donde no se sacrifique el medio ambiente para hacer más ricos a los ricos empeorando las condiciones de vida de los pobres, donde la pequeña y mediana empresa tenga cabida, generando más empleos.

Todo esto hay que debatir para superar el modelo impuesto desde afuera con la colaboración de los ricos locales, del Partido Colorado y del opo-oficialismo. Entre ellos se han repartido la torta.

-Los unos dicen: nosotros tendremos el control de los negocios financieros, de la exportación de soja y de la carne. Con ayuda de ustedes vamos a hacer las leyes para que ganemos la mayor cantidad de dinero. Nada de crear sectores nuevos que nos hagan la competencia. Nada de cobrarnos impuestos. Nada de sindicatos ni derechos laborales y sociales. Nada de normas ambientales.

-El partido oficialista y el opo-oficialismo dicen: Nosotros colaboraremos para que ustedes ganen mucho. Nada de impuestos ni reglas para las empresas. Nada de sindicatos ni derechos laborales. A cambio, no nos exijan transparencia en el manejo de la cosa pública. El sector público es nuestro y vamos a establecer las prácticas que nosotros queramos. Será nuestro coto de caza. Mantendremos el control de los tres poderes del Estado para beneficio de los dos grupos.

Es a esta alianza perversa a la que hay que vencer. Porque ellos son los que deciden lo que se va a debatir, postergando las urgentes discusiones estratégicas que pueden llevar a nuestro país a un rumbo diferente.

Por tanto, el mejor homenaje a los mártires de la tiranía stronista es pelear contra esto que sigue siendo herencia del autoritarismo, imaginar y luchar por una sociedad alternativa, para lo cual debe ser la gente y sus organizaciones  las que deben poner sobre la mesa los temas a debatir a nivel nacional y no simplemente seguir la agenda impuesta por el Partido Colorado y el opo-oficialismo de un lado, y los grandes medios de comunicación, del otro lado.

Autor: Víctor Báez Mosqueira.

 

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