Por: Susana Sciscioli

La responsabilidad social empresarial (RSE) ha experimentado un cambio significativo en las últimas décadas, pasando de ser una práctica esporádica a convertirse en un pilar fundamental de la estrategia empresarial.

Anteriormente, las empresas se centraban principalmente en maximizar sus beneficios económicos, dejando de lado consideraciones sociales y ambientales, salvo las contempladas en el cuerpo legal vigente.

Cuando realizaban alguna práctica que involucrara el plano social, lo hacían desde la beneficencia. Ese paradigma empresarial ha cambiado sustancialmente y la RSE se ha convertido en una prioridad, donde las compañías asumen la responsabilidad de impactar positivamente en la sociedad de la que forman parte, el ambiente en el que desempeñan sus labores y colaborar a nivel global con el
planeta.

Este cambio de visión y enfoque ha sido impulsado por una serie de factores, incluyendo la creciente conciencia social y ambiental por parte de los consumidores, la presión de los grupos de interés y la necesidad de construir una reputación sólida en un mercado cada vez más competitivo.

Las empresas se han dado cuenta de que no pueden operar de manera aislada del entorno en el que se desenvuelven, y que deben considerar el impacto de sus actividades en las comunidades locales, los recursos naturales y el bienestar de las generaciones futuras.

Años de trabajo de personas y organizaciones están logrando despertar conciencias y compromiso en los distintos niveles de la sociedad.

Cada quien aporta lo suyo. En este nuevo contexto, las empresas están adoptando e implementando, cada vez más, prácticas de RSE que van más allá del cumplimiento de la ley y las regulaciones, buscando generar un impacto positivo en áreas como la educación, la salud, la igualdad de género, la diversidad y la inclusión, entre otras. Además, están integrando la sostenibilidad en sus operaciones, desde la cadena de suministro hasta la gestión de residuos, con el objetivo de reducir su huella ambiental y promover un desarrollo económico equitativo y sostenible.

Este enfoque que va integrando en la visión de las empresas cada vez más aristas, beneficia a los colaboradores, sus comunidades y al ambiente. Contribuye también a la sostenibilidad de su éxito a largo plazo, construyendo relaciones sólidas con los clientes, mejorando la
reputación de la marca y generando valor compartido para todas las partes interesadas.

Es por esto que nos importa la RSE. Surge en las empresas, nos ayuda a todos.

Susana Sciscioli
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