Medio Ambiente | 14 sep 2024
La biodiversidad amenazados por incendios.
Los incendios forestales son una amenaza para la biodiversidad del Gran Chaco y la Amazonía
En las últimas semanas de agosto y principios de septiembre, los incendios forestales han arrasado vastas áreas de la región occidental de Paraguay, Bolivia y Brasil, afectando tanto a la Amazonía como al Gran Chaco Americano.
Por: Agencia InnContext
Los incendios forestales son una amenaza para la biodiversidad del Gran Chaco y la Amazonía
En las últimas semanas de agosto y principios de septiembre, los incendios forestales han arrasado vastas áreas de la región occidental de Paraguay, Bolivia y Brasil, afectando tanto a la Amazonía como al Gran Chaco Americano. Datos recientes revelan que más de 4 millones de hectáreas han sido devastadas en Bolivia, donde en San Matías ya se contabilizan más de 1.3 millones de hectáreas quemadas, mientras que Paraguay ha perdido más de 100.000 hectáreas.
Desde 2019, Bolivia ha sufrido consecuencias devastadoras, no solo por la destrucción de bosques, sino también por el impacto en el hábitat de más de 40 pueblos indígenas. Estos incendios representan no solo una emergencia ambiental, sino también una crisis humanitaria que exige atención urgente.
El Gran Chaco Americano es el bosque subtropical seco más grande del mundo, como también hogar de una biodiversidad única y vital para el equilibrio ecológico del planeta está bajo amenaza. Miles de especies de flora y fauna están en peligro, mientras que las comunidades locales se ven afectadas por la pérdida de sus medios de vida, al igual que la degradación de los territorios que habitan y protegen.
Estas poblaciones, que dependen directamente del entorno natural, enfrentan además el impacto a largo plazo del cambio climático acelerado por estos incendios, que liberan cantidades masivas de carbono a la atmósfera.
Entre las consecuencias, se observa que los incendios están arrasando con hábitats esenciales para la vida silvestre, poniendo en riesgo a especies emblemáticas del Gran Chaco Americano y la Amazonía. Además, la destrucción de tierras agrícolas y bosques afecta directamente a quienes dependen de la naturaleza para su subsistencia. En definitiva, la quema de áreas forestales contribuye al cambio climático global, agravando fenómenos extremos y alterando patrones climáticos a nivel planetario.