Internacionales | 23 sep 2024
Homínidos no Humanos.
Grandes simios: hermanos evolutivos
El 31 de julio de 2024, finalizó el plazo dado por la Dirección General de los Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Derechos sociales, consumo y Agenda 2030 sobre anteproyecto de ley de grandes simios, para que cualquier persona o entidad pudiera ejercer su libertad en proponer lo que se considerara que debía incluirse en el futuro texto de la ley
Por: Pedro Pozas Terrados. Fuente: Agencia Pressenza.
(Imagen de Pedro Pozas Terrados)
El 31 de julio de 2024, finalizó el plazo dado por la Dirección General de los Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Derechos sociales, consumo y Agenda 2030 sobre anteproyecto de ley de grandes simios, para que cualquier persona o entidad pudiera ejercer su libertad en proponer lo que se considerara que debía incluirse en el futuro texto de la ley. Dicha Dirección recibió más de 300 correos. Muy elevado en comparación con otras consultas de leyes, lo que se ha visto la gran preocupación ciudadana sobre la necesidad y gran aceptación de una ley para nuestros hermanos evolutivos los grandes simios o como deberíamos llamarlos, homínidos no humanos, por su pertenencia a nuestra propia familia.
En el escrito que acompañaba la consulta pública, el Gobierno reconoce que la ciencia ha demostrado que los grandes simios no sólo son seres sintientes, sino que disponen de capacidades cognitivas como el aprendizaje, la comunicación o el razonamiento complejo que les acercan a las de los seres humanos. Que están dotados de autoconciencia y de intencionalidad en la toma de decisiones, hasta el punto que comparten los quince atributos que en su día el biótico Joseph Fletcher estableció para definir la personalidad humana. El mismo escrito, reconoce que por su condición de seres sintientes como por su proximidad genética a nuestra especie y su alto grado de evolución, se hace necesaria una protección especial y esta protección para por establecer una ley marco de protección específica e instrumentar otras disposiciones legales concretas para erradicar determinadas prácticas que atentan contra la vida, la integridad física, la dignidad y la supervivencia de los grandes simios.
El gobierno pretende con ello solucionar la ausencia de una normativa en vigor específica para los grandes simios como parte de la familia de los Homínidos, la falta de adecuación de la norma de tenencia en cautividad y la ausencia de instrumentos jurídicos que impulsen el desarrollo de los compromisos adquiridos por España en programas internacionales de conservación y protección de grandes simios.
Esta Ley venía ya aprobada para legislar, en la disposición adicional cuarta de la Ley 7/2023 de 28 de marzo de protección de los derechos y el bienestar de los animales, en la que decía que en el plazo de tres meses a contar desde la entrada en vigor de la presente ley, el Gobierno deberá presentar un proyecto de ley de grandes simios. Esta disposición junto con la ley 7/2023, pasó por el Senado y por el Congreso y ninguno de los grupos políticos estuvo en contra de la misma, por lo que se entiende que estaban de acuerdo con su legislación. Por este motivo, Proyecto Gran Simio no entendería que cuando el texto de la ley salga a la luz pública, algún partido conservador o de la derecha esté en contra de la misma. Tiempo tuvieron para poder desestimar la disposición cuarta de la ley de bienestar animal.
En 2006 cuando se presentó en el Congreso y en 2008 cuando se aprobó la Proposición No de Ley del Proyecto Gran Simio, numerosos columnistas y partidos de la oposición, arremetieron contra el gobierno en una de las campañas más activas que se conozca, tachándolo que se iba a dar trabajo y casa a los grandes simios, riéndose de la aprobación de la PNL e incluso asociaciones de guardias civiles, del colectivo lgtb, representantes de la iglesia e incluso otras asociaciones, pedían sus derechos antes que el de los simios o derechos de simios. Toda una corriente de críticas basadas en falsedades, movidas por la desinformación propiciada por los partidos de la oposición en lugar de razonamientos veraces.
Proyecto Gran Simio (PGS), ante la situación política actual, en que cualquier cosa que se presente es tildado y atacado por la oposición sin reparo o acuerdos, teme que la ley de grandes simios que ya el gobierno tiene la obligación de legislar, ocurra lo mismo y sea la causa por la que el propio gobierno actual tema presentarla. Pero para esta Asociación, tiene bien claro, que sí ha sido aprobada la disposición cuarta de la ley 7/2023 por todos los partidos, deberían aceptar y acatar de forma democrática ya que la voz del pueblo se pronunció afirmativamente. Otra cosa es que se debata o modifique el texto de la ley antes de ratificarla.
Sobre la Ley, PGS también tiene claro que el texto que se presente será criticado y atacado por empresas que viven del negocio de la cautividad por temor a que se les acabe la exposición de grandes simios. Pero una España plural y avanzada, debe reconocer que algunas prácticas deben dejar de existir y reconvertirse a una mejor solución digna por seres que el propio gobierno reconoce nuestra proximidad a ellos y que juntos tenemos un mismo ancestro común.
Dos propuestas estrellas del PGS que ha solicitado esté incluido en la ley son el fin de los Programas de reproducción a los grandes simios y el terminar con el traslado a otros centros con finalidad de reproducción. Esta Asociación ha realizado consulta a la Comisión Europea sobre estos “Programas de cautividad” y han confirmado que no existe un aval científico independiente sobre dichos programas y que quien lo lleva directamente en la Asociación de Zoos y Acuarios Europeo.
Además, desde hace años, esta misma ONG viene denunciando ante el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que se derogue de forma inmediata el artículo 8, apartado a) del Real Decreto 1333/2007 de 21 de noviembre en el que se regula el destino de los especímenes decomisados de las especies amenazadas de fauna y flora silvestre protegidas mediante el control de su comercio, en el que dice textualmente: “En caso de que sea imposible o inadecuada la reintroducción del espécimen al medio silvestre, su cesión para su mantenimiento en cautividad o su donación para fines de investigación, o los especímenes padecieran de una enfermedad incurable o infecciosa, podrá aplicarse la eutanasia y, en su caso , de destrucción del espécimen vegetal”. Es decir, que si se incauta un gorila y no se encuentra un lugar de ubicación para él, se le puede quitar la vida o entregar a un centro de investigación. Por lo tanto, con este Real Decreto los grandes simios están desprotegidos en la actualidad, además de estarlo otras especies que estén en peligro de extinción. Algo que es inaudito esté recogido por ley.
Científicos como José María Bermúdez de Castro, académico y co-director de los Yacimientos de Atapuerca, apoya de manera incondicional el que se regule la situación de los homínidos no humanos cautivos y se realicen apoyos y proyectos de conservación para las poblaciones en libertad. De igual opinión es Joaquín Araujo, poeta, escritor y un gran defensor de nuestro medio natural. De igual forma opina prestigiosas Asociaciones como Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF, el Comité Español para la Conservación de la Naturaleza, el Comité Internacional del Corredor biológico Mundial, que todas ellas juntos aglutina una amplia población que lucha en la defensa de nuestro medio ambiente a nivel mundial. También la Asociación Parlamentaria de Defensa Animal, Fundación phi, Fundación Oxígeno, Fundación Naturaleza y Hombre, la Asociación vida sana, Fundación Darwin, ADPA, ANPBA, DEPANA, Asanda, ATEA, ADDA, APAMA_CV, Partido PACMA, AVATMA o Intercids entre otras más.
La sociedad pide que se legisle y que los políticos y sus colaboradores columnistas y voceros en programas de televisión, se tomen con seriedad y responsabilidad el que nuestros hermanos evolutivos sean tratados con respeto y con dignidad y que se acabe la explotación económica en la que están sometidos y la cautividad de unos seres que no han cometido ningún delito, sólo el haberse desprendido de nuestro camino algunos millones de años de nosotros y vivir hasta nuestros días para que nosotros, los humanos, podamos protegerlos de la extinción y que sigan su camino evolutivo sin entorpecer su senda.
No hay semana sin que alguna revista científica hable de los homínidos no humanos, de cómo se relacionan igual que nosotros, como buscan las medicinas naturales para curarse de sus heridas o de sus parásitos, de cómo tienen una cultura propia y algunas poblaciones viven en cuevas como nuestros antepasados primitivos, de cómo comprenden y actúan en consecuencia de las intenciones que hay detrás de las acciones de otros, de cómo comprenden el pasado y el futuro, que se comunican con un lenguaje rico en signos y expresiones vocales, que golpean en los troncos de árboles para comunicarse en la distancia como si fueran tambores y numerosos otros estudios que terminan comparándonos con los humanos y las capacidades iguales a las nuestras, Y sin embargo, a pesar de ello, los tenemos cautivos para divertimento nuestro. No hay que olvidar que no hace mucho, existían zoos humanos en Madrid y en muchos otros lugares, donde se exponían a familias de pueblos indígenas en cercados para que los ciudadanos y niños de la época, se divirtieran viéndolos. Hoy en día lo vemos como un crimen contra los derechos humanos. Mañana, nos juzgarán por lo que hoy hacemos a los grandes simios encerrándolos en jaulas y haciendo negocio de sus vidas.
De ellos, de los homínidos no humanos, aún tenemos mucho que aprender y deberían de ocupar su puesto de gran importancia dentro de la historia de la humanidad. Tal vez de esta forma podamos comprender el sentido de nuestro propio camino evolutivo y enmendar los graves errores que estamos cometiendo, entre nosotros mismos y en contra de la vida global de nuestro único planeta.
El apoyo de la sociedad en general y de los políticos en particular a la ley de grandes simios, debería ser unánime. Tenemos una enorme deuda que saldar y con la ley al menos habremos dado un paso importante para reconocer sin sorna ni mentiras, a nuestros hermanos evolutivos que tanto nosotros como ellos, hemos sufrido a lo largo de millones de años para llegar al día de hoy donde estamos descubriendo nuestro parentesco mutuo, lo que nos acerca y compartimos, lo que somos y hacia dónde vamos, lo que nos une y nos diferencia, lo que debemos y podemos hacer para salvaguardar nuestras especies y la de todos los seres vivos de nuestro único planeta. Somos sus hermanos mayores, son nuestra familia y es por ello que tenemos la responsabilidad directa de protegerlos, de ayudarlos a que sigan descubriendo su propio destino, de acabar con el martirio de las rejas que cortan su libertad y mutilan su cultura, de hacer comprender a la sociedad que ver a uno seres tan cercanos para divertirnos, es reírnos de nosotros mismos y de nuestra propia ignorancia.
Nota: En los tres libros de referencia, se escribe la historia, el llanto y las lágrimas de nuestros hermanos evolutivos:
- “Los derechos de los simios”
https://proyectogransimio.org/noticias/noticias-destacadas/nuevo-libro-sobre-el-pgs
- “Los grandes simios y sus derechos básicos”
- “Homínidos no humanos”
https://proyectogransimio.org/noticias/noticias-destacadas/hominidos-no-humanos