Internacionales | 7 nov 2024
Palestina, legítima defensa y estrategias nov
Palestina, legítima defensa y estrategias noviolentas en su historia de lucha contra la ocupación
Algo está fallando cuando en nombre de la legítima defensa se está justificando un genocidio en Palestina. Se ha cumplido un año de la foto fija de la actuación de Hamás el 7 de octubre, que dio pie a la brutal intervención de Israel no sólo en Gaza sino ya en toda la región.
Por: Fuente: Agencia Pressenza
(Imagen de freepik)
1. Resistencia Civil Noviolenta. 2. Mandato británico(1917) 3. La Gran Insurrección Árabe (1936-1939) 4. La Nakba. Estado de Israel (1948) 5. Primera Intifada (1987-1993) 6. Intifada de Al Aqsa (2000-2005) 7. Actualidad de la Noviolencia en Palestina: Nabd. BDS. WANN. Munter Amira. Flotilla de la Libertad. ISM, Faz3a. Mujeres de Negro. Refuseniks.
Algo está fallando cuando en nombre de la legítima defensa se está justificando un genocidio en Palestina. Se ha cumplido un año de la foto fija de la actuación de Hamás el 7 de octubre, que dio pie a la brutal intervención de Israel no sólo en Gaza sino ya en toda la región. Parece buen momento para detenernos en la apelación a la legítima defensa para justificarse y justificar a Israel.
No vamos a poner en tela de juicio el derecho que personas, colectivos y estados tienen a la legítima defensa. Un derecho en contacto con otros muchos derechos, especialmente el derecho a la vida, por lo que no puede ser ilimitado. Tenemos derecho a la libertad pero no podemos en su nombre atracar, violar, incendiar o matar. La primera trampa es identificar el derecho a la defensa con el derecho a la máxima violencia. La ciudadanía también vemos atacado nuestro derecho a una vivienda digna, a una sanidad pública de calidad, a un planeta habitable o a una pensión digna y lo defendemos sin recurrir a la violencia. ¿Qué pensarían las autoridades legitimadoras de la violencia de Israel si en nombre de nuestra legítima defensa asaltamos consejerías de sanidad o el ministerio de transición ecológica y defenestramos a autoridades, funcionarios y usuarios? Afortunadamente, la sociedad está mucho más civilizada que los gobiernos. Por otra parte, la legítima defensa debe ser proporcional. Defenderse de quien te roba el bolso dándole un tiro es sencillamente un crimen.
La legítima defensa debe siempre ponerse en contexto para distinguir quién es agresor, quién agredido y los múltiples matices que rodean el conflicto. En las peleas de colegio la primera acusación mutua es: «él empezó primero». Afortunadamente, en muchas comunidades educativas se han creado grupos de trabajo para resolver estos conflictos, detectando conductas dominantes, buscando el diálogo, poniéndose en lugar del otro… y si es necesario aplicando las sanciones establecidas para resolver el conflicto con justicia. Hemos superado la etapa en la que se hacían corrillos jaleando cada uno a un contrincante hasta que el agotamiento, la sangre o la aparición de la autoridad aplazaban el conflicto. Conocer el contexto en el que suceden las distintas violencias nos ayudará a no dar soluciones erróneas que agravarán los conflictos. Para justificar la violencia de Israel, políticos y buena parte de la prensa se han quedado en la foto fija del 7 de octubre, olvidando que Gaza era de hecho una enorme cárcel al aire libre, con miles de refugiados palestinos, con Israel como potencia colonial que lleva décadas incumpliendo las resoluciones de Naciones Unidas y violando los más elementales derechos de la población palestina. ¿Puede una autoridad colonial alegar legítima defensa frente a los colonizados? ¿No son los colonizados los que verdaderamente tienen derecho a defenderse? La más elemental sensibilidad y empatía hacia la parte oprimida y más débil del conflicto, la sociedad palestina, debería haber concitado el apoyo de los países llamados defensores de los derechos humanos. Lejos de ello, por razones estratégicas, se han alineado con Israel, ajenos a la masacre y el sufrimiento del pueblo palestino. Si hacemos caso a los teóricos, como alguien comentó, «Roma conquistó en mundo en defensa propia», vaya, que los bárbaros no quisieron someterse voluntariamente a los encantos del imperio.
Cada día escuchamos en los medios de comunicación mensajes de justificación de la violencia de Israel por cómo denominan a cada parte. Valga de ejemplo esta supuesta noticia: «Israel bombardea un hospital en Gaza que los terroristas de Hamás utilizaban como cuartel». La noticia sería más ajustada a la verdad con otra redacción: «El ejército terrorista de Israel ha bombardeado un hospital palestino asesinando a 181 personas, entre ellas 52 niños y 27 sanitarios». Desgraciadamente, la etiqueta de «terrorista» es fácilmente reversible. Son los hechos los que delatan dónde hay terrorismo. La matanza de más de 14.000 niños y niñas en Gaza, más los que se pudren entre los escombros, no puede ampararse en la legítima defensa, ni la destrucción generalizada de viviendas, infraestructuras, escuelas, hospitales… No existe el derecho a la venganza, a la barbarie y al genocidio y es urgente pararlo si no queremos ser cómplices. Bastaría con imponer sanciones, dejar de rearmar a Israel y hacer boicot a sus productos mientras persista la escalada belicista y la situación de dominación y apartheid sobre el pueblo palestino.
El discurso legitimador de la violencia y la guerra en aras de la legítima defensa nos puede llevar a la paradoja de acabar destruyendo «legítimamente» el planeta. Una posibilidad que nos debería hacer caer en la cuenta de lo absurdo y peligroso de las lógicas militares que la sociedad civil admitimos como buenas. Las consecuencias de la escalada militar tanto en Palestina como en Ucrania pueden acabar, de nuevo, en una guerra mundial de consecuencias inimaginables. Necesitamos una salida civilizada de la legítima defensa que realmente nos defienda y no nos destruya. En realidad esa alternativa ya existe y durante años el pueblo palestino la utilizó y la sigue utilizando aunque el ruido de las bombas nos impida oír otras voces. A modo de ejemplo apuntamos algunas de ellas que nos ayudarían a encontrar nuevos caminos para la paz, la convivencia y la justicia.
1. Resistencia Civil Noviolenta
La geopolítica, los intereses del momento y los medios de comunicación nos presentan la violencia armada como la única forma eficaz e indispensable para afrontar los conflictos y cambios sociopolíticos, invisibilizando los múltiples modos de resistencia civil no armada, noviolenta. La historiografía arrastra también este mismo mal, estudiando hasta la saciedad guerras, batallas y héroes, ignorando el papel que otros modos de lucha y resistencia juegan en la mayoría de los procesos (movimientos abolicionistas, ecologistas, feministas, por los derechos sociales y la vivienda, luchas obreras o independentistas), ocultando así a las sociedades modelos de defensa y lucha humanizadas, al proponer y valorar la violencia armada y destructiva como modelo.
Así ocurre también con las narrativas sobre Israel y Palestina, donde el brutalismo de unos parece que solo puede afrontarse con la lucha armada de otros, en una historia de décadas de violencia mutuas, siempre autojustificadas, en el justo derecho a la defensa o en el terrorismo del otro.
Sin embargo, la lucha del pueblo palestino contra la ocupación colonial, aún en un contexto de violencia generalizada se ha desarrollado también como resistencia civil noviolenta, implicando en ella a amplias capas populares, e incluso a las organizaciones nacionales y de gobierno.
2. Mandato Británico
Ya durante el Mandato Británico, a partir de 1917, y aún antes, frente a la venta de tierras por los otomanos a los primero colonos sionistas (1882-1903) la resistencia fue básicamente noviolenta, organizada sobre la desobediencia y la no-cooperación con las autoridades británicas coloniales: boicotear la elecciones organizadas por los británicos, no colaborar con la administración colonial en la demarcación de las tierras a vender a los judíos, cierre de comercios y boicot a los productos británicos, llamamientos desde las mezquitas a la insumisión fiscal.
Este primer proceso de resistencia noviolenta fue posible por la decisión del liderazgo palestino, que promovió estos métodos y desestimó claramente los planes de algunos sectores que estaban por la lucha armada.
Sin embargo, en el Gran Encuentro Nacional de 1933 se cambió la estrategia. Se aceptó el principio de no-cooperación y boicot a los gobernantes y productos británicos y judíos, pero no se aceptó la objeción fiscal ni se llamó a la desobediencia civil y a la renuncia a los puestos de trabajo de los árabes en la administración colonial. (Nota: Como referencia, en 1920 Gandhi lanzó la campaña de noviolencia y no-colaboración con las autoridades británicas, y en 1930 llevó a cabo la marcha de la sal). Las divisiones internas y la represión debilitaron la disciplina del movimiento noviolento, lo que llevó a la aparición de grupos guerrilleros y de autodefensa, tanto árabes como judíos. Hay que tener en cuenta que hasta 1931 no se había hecho la primera llamada del Movimiento Nacional Palestino (MNP) a la lucha armada.
3. La Gran Insurrección Árabe (1936-1939)
Se desarrolló durante los primeros 6 meses con estrategias noviolentas. En un contexto de asesinatos y violencias el Comité Nacional Árabe en Nablus declaró una huelga general (20.04.1936) en todo el país para forzar a los británicos a detener la inmigración judía y la venta de tierras, y por la autodeterminación palestina. La huelga paralizó el país casi por completo. La implicación social fue masiva, sumándose cristianos y musulmanes, el ámbito rural y las ciudades, dirigentes políticos, sindicatos, estudiantes, asociaciones de mujeres. Se extendió la insumisión fiscal a toda la sociedad. Pero se agotó a los 6 meses, al parecer por la incapacidad del MNP para que los funcionarios palestinos dejaran de participar en la administración colonial.
La lucha armada protagonizó la segunda fase de la revuelta, que acabó en 1939, pero que se obligó al abandono británico de la idea de la partición en favor de un estado binacional.
4. La Nakba. Estado de Israel (1948)
Con la proclamación del Estado de Israel (1948) se impuso la lucha armada. Pero aún en ese contexto de guerra y expulsión (la Nakba) hubo comunidades, aldeas y colonias que desarrollaron planes de resistencia noviolentos, acuerdos de no agredirse y protegerse, de defensa civil, con lo que lograron impedir su destrucción. Las milicias sionistas expulsaron a unas 750.000 personas, destruyeron más de 500 pueblos, cometieron masacres indiscriminadas de civiles desarmados, se apropiaron por la fuerza del 78% del territorio de la Palestina histórica en vez del 55% asignado por la ONU. y sometieron a 150.000 árabe-israelíes, que quedaron bajo jurisdición militar hasta 1967.
La estrategia de lucha civil no armada fue un proceso fundamental en estos primeros periodos frente a las políticas coloniales, debilitada por divisiones internas y por organizaciones y líderes que abogaron por la lucha armada y obstaculizaron el desarrollo eficaz de las estrategias noviolentas.
5. Primera Intifada (1987-1993)
Tiene una especial relevancia en tanto movimiento noviolento contra la colonización. Fue un levantamiento generalizado que se inició en Gaza en 1987 con la protesta por el atropello de un camión de colonos a un coche de trabajadores palestinos y que se extendió en los campos de refugiados, en las ciudades, en Cisjordania. Desde el primer momento se desarrolló con estrategias noviolentas. Pero esto no fue espontáneo. Fue fruto de un trabajo de años de comités locales y un grupo de intelectuales de ideología gandhiana que unos años atrás habían creado el Centro Palestino para el Estudio de la Noviolencia (PCSN), que difundieron una nueva manera de entender, negociar, aceptar a Israel, distinta de la de las organizaciones armadas. Este Centro dedicado al desarrollo de una teoría de la noviolencia y no-colaboración en el contexto musulmán, dirigió numerosos entrenamientos en la acción noviolenta, incluso uno para la OLP en Túnez, que no fue valorado. A pesar del “atractivo” de la insurrección armada generalizado por la revolución cubana, la independencia de Argelia, el Che Guevara o la guerra de Vietnam, que propició la creación de Fatah (1957) o la OLP (1964) los palestinos fueron organizando en los territorios ocupados un amplio movimiento de base, con múltiples grupos locales, redes sociales, asociaciones profesionales, sindicatos de estudiantes, colectivos de mujeres, grupos juveniles y culturales, desarrollando una sociedad civil fuera del control israelí y no en contra, pero sí con una estrategia noviolenta, bien diferenciada de la de los grupos armados. Se estima que en 1987 existían unos 45.000 grupos y comités.
En contraste con los planteamientos militares de la OLP y grupos armados exiliados en Túnez o Jordania, y también para protegerse de las represalias israelíes por sus atentados, estos grupos del interior desarrollaron métodos y herramientas políticas más realistas para la gente desarmada. Ya desde 1980 había incluso comités conjuntos Israel-palestinos contra la ocupación. Todo ello generó una nueva política y organización, con acciones coordinadas y disciplinadas de desobediencia civil, huelgas, ayunos, marchas, despliegue de símbolos, cambios de nombre de las calles, y múltiples acciones noviolentas.
La fuerte represión, los toques de queda, el cierre de 6 universidades y de las escuelas, con el envío de miles de estudiantes y profesores a sus aldeas (1988) contribuyó a difundir y organizar la resistencia en todos los lugares. Se creó un Comando Nacional Unificado para la Intifada que se mantuvo en la clandestinidad para coordinar las múltiples acciones de los comités locales, que funcionaban con autonomía, muchos de ellos organizados por mujeres.
Frente a las organizaciones armadas las propuestas y escritos del Comando Unificado no llamaban a la destrucción y muerte de judíos y de Israel. El planteamiento palestino presentaba como objetivo la paz y convivencia, centrado en 3 puntos: aceptación de Israel en las fronteras anteriores a 1967; eliminar la autoridad israelí de los territorios ocupados; y establecimiento de un estado palestino.
La relación del Comando Unificado con la OLP, en Túnez, que, al final acabó asumiendo sus planteamientos, fue muy conflictiva porque la OLP no entendía las estrategias noviolentas y porque quería evitar que surgiera una nueva dirección en los territorios.
En gran parte, como consecuencia de la Resistencia Civil de la Intifada Arafat (OLP) declaró el derecho de Israel a existir, rechazó las actividades terroristas y propuso la idea de un estado palestino al lado de Israel (Resolución 181 de la ONU). Así mismo se desarrolló la Conferencia de Paz de Madrid(1991) y se iniciaron los Acuerdos de Paz de Oslo (1993), rechazados por los extremistas de ambos lados.
La disciplina noviolenta se hundió cuando la OLP se hizo cargo de la Intifada en 1990. Sin embargo, en la base de la construcción de un estado palestino están los planteamientos noviolentos de aquellos pensadores y organizadores de Jerusalén Este y de la Universidad Bir Zeit de Ramallah que trabajaron por mantener unidos los diversos grupos y territorios e impulsaron la acción política por encima de la militar, para una revolución sin derramamiento de sangre.
6. Intifada de Al-Aqsa. Segunda Intifada (2000-2005)
El fracaso de los Acuerdos de Oslo y de las expectativas de cambio generados por el gobierno laborista de Barak, y con el nuevo aplazamiento de la formación del estado palestino independiente, se recrudeció la violencia generalizada en la llamada Segunda Intifada.
Esta vez el conflicto se militarizó rápidamente con una fuertísima represión y con ataques suicidas de los movimientos islamistas, violencia que ha quedado como marca de esta intifada, aunque siguieron realizándose importantes acciones noviolentas, como fue evitar el bombardeo de la residencia de Arafat, en Ramallah, rodeándola con escudos humanos, la mayoría activistas internacionales de apoyo.
Aunque el conflicto y la movilización continuaron con la retirada del ejército israelí de las principales ciudades y el cambio de gobierno palestino tras la muerte de Arafat (2004), se da por terminada esta intifada en 2005.
Con la militarización del conflicto a partir de la Intifada de Al-Aqsa se pasa de un modelo de resistencia civil, colectiva, con la movilización y participación de amplios sectores de la población, a un modelo de acción armada, clandestina, de unos pocos muy preparados, pero que deja a la mayoría de la sociedad sin recursos, fuera de la toma de decisiones, sin participar en la resolución de sus conflictos, aunque, eso sí, padeciendo la represión y castigo colectivo por sus acciones.
Una reflexión pendiente está en considerar cómo la violencia se extrema cuando las decisiones están en mano de fundamentalistas religiosos (extremistas islamistas, ultra religiosos judíos) frente a organizaciones políticas.
7. Actualidad de la Noviolencia en Palestina
En este contexto de ocupación –violencia extrema y brutalismo de Israel– y de respuestas violentas –atentados o lanzamiento de cohetes por grupos de islamistas–, sigue habiendo personas y colectivos que afrontan el conflicto con estrategias noviolentas que nos permiten mantener un hilo de esperanza en la capacidad de los seres humanos, para tratar de resolver los conflictos sin destruirnos, más allá de nuestras grandes instituciones y élites políticas gobernantes, lastradas por intereses geopolíticos y económicos.
Recogemos algunas de las propuestas noviolentas actuales, muchas de ellas de apoyo internacional, solidario, cuando en el interior la prioridad es poco más que la supervivencia.
Nabd (“latido” en árabe)
Un movimiento juvenil que lucha contra la ocupación y contra la colonización israelí, fundado en Ramala en 2011 tras la estela del movimiento de protesta popular iniciado por el Colectivo del 15 de Marzo para llamar a la unidad nacional frente a Israel, se considera “independiente de los grandes partidos”, “Pero no actuamos contra ellos, incluso aunque nos situamos fuera del marco político tradicional, que ha mostrado sus limitaciones”.
Señalado como “de izquierdas”. También pone el acento en la educación popular y actúa por la “reapropiación de la identidad, de la historia y de la memoria colectiva palestinas, amenazadas por la atomización de la sociedad que favorecen las políticas neoliberales de la Autoridad Palestina, bajo la influencia del Banco Mundial y de los occidentales”. Por otra parte, los militantes de Nabd pretenden luchar contra la fragmentación del territorio y evitar que la separación entre las grandes ciudades de Cisjordania –sin olvidar el aislamiento de Gaza– instale definitivamente la imagen de un “archipiélago de ciudades autónomas” en el imaginario palestino. “También ofrecemos actividades culturales y artísticas. Por ejemplo, una troupe de teatro itinerante actúa en los campamentos de refugiados, para reavivar la cultura popular del país”.
Frente al discurso de nuestros dirigentes sobre el ‘desarrollo de la economía’, la ‘construcción estatal’ y la ‘paz’, proponen un modelo de resistencia –contra Israel, pero también en el plano económico, político, educativo y cultural– en nombre de un objetivo supremo, la liberación de Palestina. (https://mondiplo.com/la-juventud-palestina-no-se-da-por-vencida)
Gaza Youth Breaks Out (GYBO) o Jabal Al Mukabir Local Youth Initiative.
Durante estos últimos años han aparecido numerosos colectivos, comités y asociaciones cuyo lema es “la unidad del pueblo palestino”, como Gaza Youth Breaks Out (GYBO) o Jabal Al Mukabir Local Youth Initiative. El primero, creado en 2011 por blogueros gazatíes, denuncia a la vez la ocupación israelí, la corrupción de los responsables políticos y la incuria de los principales partidos. El segundo, con sede en Jerusalén Este, destacó al organizar, el 16 de marzo de 2014, una cadena humana alrededor de las murallas de la Ciudad Santa para protestar contra la colonización judía y reafirmar la identidad palestina. “Nuestra generación quiere innovar. Pretende replantear el discurso político tradicional, lo que explica la abundancia de iniciativas que entremezclan cultura, ámbito social, compromiso político y artes”, analiza Karim Kattan.
BDS (Boicot. Desinversiones. Sanciones)
En 2005, las organizaciones de la sociedad civil palestina llamaron a aplicar boicots, desinversión y sanciones (BDS) como forma de presión no violenta sobre Israel.
El movimiento BDS fue lanzado por 170 sindicatos, partidos políticos, redes de personas refugiadas, organizaciones de mujeres, asociaciones profesionales, comités de resistencia popular y otros grupos de la sociedad civil palestina.
Inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, el llamado palestino al BDS insta a ejercer una presión no violenta sobre Israel hasta que cumpla con el derecho internacional.
BDS es un movimiento de derechos humanos inclusivo y anti racista que se opone por principios a todas las formas de discriminación, incluidos el antisemitismo y la islamofobia. ( https://bdsmovement.net/es/what-is-bds)
WE ARE NOT NUMBERS (WANN) No somos números.
WANN es una plataforma creada en 2015 por Euromediterranean Human Rights Monitor para ofrecer talleres de escritura en ingles y fomentar la creatividad y la escritura entre los jóvenes de Gaza, posibilitando que compartan sus historias y experiencia, y salir del anonimato.
WANN se distingue por alentar a sus escritores a centrarse en la vida cotidiana y los desafíos de las personas más allá de las narrativas de guerra y conflicto que dominan los principales ciclos de noticias. Si bien algunas historias de WANN son políticas, el objetivo principal de las historias es mostrar cómo se vive personalmente el conflicto, el bloqueo, la pobreza y la desesperación que definen las vidas de los escritores. …Y utilizar la narración como medio de resistencia.
En contraste con los llamamientos políticos a la resistencia armada en Gaza, los escritores de WANN se inspiran en defensores de la no violencia como Martin Luther King Jr., Nelson Mandela y Mahatma Gandhi: (De Wikipedia, la enciclopedia libre https://en.wikipedia.org/wiki/We_Are_Not_Numbers)
Comité de Coordinación de la Lucha Popular.
Munther Amira, de 53 años, es un refugiado palestino del pueblo palestino despoblado de Deir Aban, situado al sur de Jerusalén, y actualmente vive en el campo de refugiados de Aida, en Belén. Es un destacado activista y defensor de los derechos humanos, comprometido con la lucha popular no violenta contra la ocupación israelí y el apartheid. Es director de la junta directiva del Centro Comunitario Juvenil de Aida, una organización de base comunitaria que presta servicios a niños, niñas y jóvenes en el campo de refugiados de Aida. También es un activista líder en el Comité de Coordinación de la Lucha Popular (PSCC, por sus siglas en inglés), un movimiento de resistencia de base comunitaria que cree en el poder de la lucha popular por varios medios, como actos de desobediencia civil, protestas pacíficas y campañas legales. (https://www.amnesty.org/es/documents/mde15/7601/2024/es/)
Flotilla de la Libertad.
“Ante la inacción de la comunidad internacional que permite a Israel atacar impunemente a la población de Gaza, imponiendo además un asedio medieval, la Flotilla de la Libertad, como parte de la población civil, nos vemos en el imperativo moral de realizar esta acción”. Entidades de todo el mundo, y entre ellas la española «Rumbo a Gaza», se han organizado en la «Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad» (FFC) para romper el bloqueo marítimo sobre Gaza impuesto por Israel desde 2007, llevar ayuda humanitaria, y denunciar la masacre del pueblo palestino por el ejército israelí, con la colaboración, directa o indirecta de los EEUU y de la UE.
Ver artículo publicado en Alternativas Noviolentas el 20.04.2024: «Flotilla de la Libertad. Rumbo a Gaza«.
Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM)
Realiza una marcha semanal los viernes contra la expansión los asentamientos en Cisjordania. Se dió a conocer trágicamente con el asesinato de la cooperante turcoestadounidense Aysenur Eygi, en septiembre de 2024,. (https://efe.com/mundo/2024-09-06/soldados-israelies-matan-activista-estadounidense/)
Faz3a
La campaña Faz3a es una iniciativa liderada por personas palestinas para responder a la necesidad urgente de asegurar –y organizar– la presencia sobre el terreno de protección civil internacional, que pueda contribuir a hacer frente a la violencia israelí actual. Es una iniciativa con base y apoyos dentro de la sociedad civil palestina en Cisjordania, de todo el espectro político.
Faz3a (فزعة, pronunciado faz’a) es una expresión coloquial que expresa apoyo, refuerzo, acudir directamente en ayuda de alguien en momentos de necesidad, y proviene de una larga tradición palestina de acudir en masa al rescate de comunidades frente a amenazas exteriores.
Junto al genocidio en Gaza, la población palestina en Cisjordania está experimentando un aumento sin precedentes de ataques violentos y abusos perpetrados tanto de colonos israelíes como por parte del ejército de Israel, los cuales muy a menudo trabajan conjuntamente.
Se lee en su página web:
Nuestra misión:
- Construir una sólida red de solidaridad internacional con fuerte capacidad de acción y eficacia.
- Movilizar una presencia masiva de actores internacionales sobre el terreno, proporcionando protección a la población palestina y bajo liderazgo local palestino.
- Construir, rehabilitar y reforzar la capacidad palestina para el sumud (la persistencia para permanecer en la tierra) y para recuperar el terreno perdido frente a la violencia israelí, en el sentido más literal posible.
Esta campaña está organizada por una coalición nacional no partidista formada por activistas palestinos/as, jóvenes y veteranos, y estudiantes, entre otros, en toda Cisjordania, y cuenta con grupos de coordinación local dondequiera que se realicen acciones de protección. Bajo el compromiso de construir sobre experiencias pasadas de organización y movilización, esta campaña también quiere encontrar nuevas formas de contrarrestar el aumento exponencial de la violencia israelí. Una violencia perpetrada con total impunidad que ha crecido hasta convertirse en un pilar central de la política israelí de colonialismo de asentamiento y en una amenaza para las comunidades palestinas. Desde el 7 de octubre, esta violencia ha sido la causa directa de múltiples muertes y de la limpieza étnica de al menos 18 comunidades palestinas en Cisjordania.
Faz3a se basa en la comprensión de que, en la situación actual, la población palestina necesita de forma urgente protección civil internacional, frente a lo cual la sociedad civil internacional debe actuar. Faz3a no es una organización benéfica. Nuestra campaña se fundamenta en la creencia de que la construcción de movimiento – tanto palestino como internacional– es esencial en el momento de devastación actual.
Nota: Martí Olivella y algunos colaboradores de nuestros grupos participan directamente en esta campaña, recientemente conocida por el lanzamiento de gases contra Ada Colau y Jaume Asens, participantes en situ. Invitamos a difundir y participar.
Siempre ha habido movimientos y asociaciones israelíes que, en colaboración con la gente palestina denuncian la ocupación y la violencia. Mencionamos solo algunos que son más conocidos:
Mujeres de Negro ( Women in Black)
Movimiento internacional de mujeres pacifistas, que surgió en Israel en 1988, para protestar contra la ocupación y contra la violación de lo derechos humanos por el ejército israelí en los Territorios Palestinos. (https://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_de_Negro)
Refuseniks, del grupo activista Mesarvot.
Son objetores y objetoras israelíes que se niegan a participar en el ejército. Estos día se ha hecho pública la situación de Sofi Or, objetora, que declara que «hay otras opciones aparte de alistarse, y otras opciones aparte de la guerra» «Cuando.., el unico lenguaje que hablas es el de la violencia, que es lo que el ejercito y el gobierno israelíes están haciendo…estás plantando la semilla de la violencia, que crece con más violencia» (https://www.eldiario.es/internacional/sofi-or-objetora-conciencia-israeli-han-acusado-traidora-antisemita-apoyar-hamas_128_11756556.html)
Nota: Las referencias fundamentales se han tomado de:
- La resistencia civil palestina a la ocupación sionista (1917-2023). Jesús Castañar Pérez. Ediciones Revolussia.2024.
- Una historia en construcción: resistencias noviolentas al colonialismo en Palestina durante el s,XX. Diego Checa Hidalgo. Universidad de Granada. Madrid 2021 (https://www.revistasmarcialpons.es/revistaayer/article/view/717/907)
- Palestina, resistencia noviolenta en la lucha por la estadidad. 1920-2012. Traducción del libro de Mary Elizabeth K, «recuperación de la historia noviolenta. La resistencia civil en las luchas de liberación» publicado por Pepe Ambrona en este blog de Alternativas Noviolentas el 30.01.2023.