

Por: Augusto Taglioni. Fuente: https://www.lapoliticaonline.com/
Paul Singer. Presidente de Elliot Management Corporation
El presidente de Elliot Management Corporation compró deuda de PDVSA y busca que la petrolera siga operativa. Fue uno de los aportantes de la campaña de Trump.
La continuidad de Chevron en Venezuela sigue presente en la agenda de discusión entre Donald Trump y Nicolás Maduro. Por fuera de las tensiones que se observan en la superficie motivadas por peleas ideológicas o estrategias electorales, desde la llegada de Trump se abrió un canal de negociación.
El chavismo apuesta a la continuidad de la relación que se construyó con Joe Biden en donde la renovación de los contratos de Chevron en el país formó parte de un proceso de normalización que incluyó el levantamiento paulatino de las sanciones económicas. Esto quedó en revisión con la llegada del republicano y el fraude electoral de las elecciones venezolanas de julio del año pasado.
LPO reveló en exclusivo en noviembre de 2024 que los nexos del líder republicano con los petroleros es el primer obstáculo de Marco Rubio para embestir contra Maduro. La razón principal es varias empresas estadounidenses que mantienen operaciones en Venezuela fueron aportantes claves en la campaña del republicano.
En ese esquema aparece un nombre muy pesado como Paul Singer, fundador y presidente de Elliot Management Corporation, que lidera el lobby para que Trump no le quite las licencias a Chevron en Venezuela.
Fuentes cercanas a la situación explicaron a LPO que "Singer necesita a Chevron en Venezuela porque tiene la deuda de PDVSA que compró muy barata y quiere cobrarla". Además, apuntan que Singer y Chevron fueron importantes inversores de la campaña republicana.
El apuro de los hombres de negocios como Singer que ven en la normalización de las relaciones con el chavismo una oportunidad de negocios se genera tras la decisión de Trump de imponer un arancel del 25% a los países que compren petróleo y gas de Venezuela.
"Venezuela ha sido muy hostil hacia Estados Unidos y las libertades que defendemos", declaró Trump en su plataforma Truth Social. "Por lo tanto, cualquier país que compre petróleo o gas de Venezuela estará obligado a pagar un arancel del 25% a Estados Unidos sobre cualquier comercio que realice con nuestro país", agregó.
Singer necesita a Chevron en Venezuela porque tiene la deuda de PDVSA que compró muy barata y quiere cobrarla
La orden, firmada por Trump el lunes, estipula que el arancel entrará en vigor a partir del 2 de abril y se aplicará ampliamente a los compradores directos e indirectos de crudo venezolano. El arancel permanecerá vigente durante un año a partir de la última importación de petróleo venezolano por parte de cualquier país afectado, a menos que Estados Unidos decida levantarlo antes.
En 2023, Venezuela exportó 3.810 millones de dólares a Estados Unidos, principalmente petróleo crudo, mientras que las exportaciones estadounidenses incluyeron petróleo refinado y productos agrícolas. La crisis política y las sanciones han afectado significativamente el volumen comercial, y ambos países han experimentado una tendencia a la baja en las exportaciones durante los últimos cinco años.
Tras el anuncio de Trump, los precios del petróleo subieron un 1 % el lunes. Los futuros del crudo Brent aumentaron 84 centavos (1,2 %) hasta los 73 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate de EE. UU. subió 83 centavos (1,2 %) hasta los 69,11 dólares por barril.
Sin embargo, el aumento de precios se moderó, ya que Washington concedió a Chevron hasta el 27 de mayo para reducir sus operaciones y exportaciones petroleras desde Venezuela, extendiendo así un plazo anterior de 30 días establecido a principios de marzo. Esta prórroga proporciona cierto alivio a la petrolera y a la vez ejerce una presión adicional sobre otros compradores de crudo venezolano.
Una fuente que trabaja cerca de los petroleros en Estados Unidos reveló a LPO que "Singer apuesta al distres, es decir, fondos que invierten en soberanos, cuasi soberanos y compañías con problemas de caja, alto riesgo y retorno, incrementado las posiciones en base la Licencia General 144 del Tesoro de los EEUU que levantó las sanciones al petróleo y la deuda que permitió el retorno de Chevron a Venezuela".
Chevron no va a abandonar Venezuela, el 8% de su output depende de Venezuela y proyecta crecer la producción "in country" en 40% este año. Para los EEUU el acceso al petroleo venezolano es estratégico con las "tarifas secundarias" funcionando como un mecanismo monopolico con la producción del país que beneficia a Chevron y a Maduro
"Cuando se trata de la Administración Trump, hay que tomar en cuenta criterios geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos son secundarios a "donde esta el negocio", siendo Richard Grenell y Maurice Claver Carone las claves en ese ángulo, mientras que el compromiso de Marci Rubio y Mike Waltz con lo democrático es cuestionable", agregó.
Grenell viajó a fines de enero a Venezuela para reunirse con Maduro y hablar de la política de deportaciones. Sin embargo, Caracas asegura que ese viaje fue el reinicio de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Esta fuente confirma que "Chevron no va a abandonar Venezuela, el 8% de su output depende del país boliviano y proyecta crecer la producción "in country" en 40% este año". "Para los EEUU el acceso al petroleo venezolano es estratégico con las tarifas secundarias funcionando como un mecanismo monopolico con la producción del país que beneficia a Chevron y a Maduro", remarca.
"El plan petrolero de Trump y su secretario del Tesoro, Scott Bessent, basado en incrementar la producción en 3 millones de barriles es inejecutable en el corto plazo. Pero, como en todo, Trump negocia por extorsión. El capital no tiene bandera y Trump está llegando a acuerdos con Maduro", concluye.