viernes 23 de mayo de 2025 - Edición Nº2361

Internacionales | 1 may 2025

La Política de los Negocios.

La política como continuidad de los negocios

“La guerra es la continuación de la política por otros medios” -Carl von Clausewitz1, pero “la política es a menudo, la continuación de los negocios por otros medios”. Visto esto como parafraseo desde la visión humanista universalista.


Por: José Rafael Quesada. Fuente: Agencia Pressenza

Una mirada desde el humanismo Universalista a la economía, la guerra y las relaciones internacionales.

“La guerra es la continuación de la política por otros medios” -Carl von Clausewitz1, pero “la política es a menudo, la continuación de los negocios por otros medios”. Visto esto como parafraseo desde la visión humanista universalista.

En un mundo donde la geopolítica se ha convertido en un tablero global de intereses económicos, la antigua sentencia de Clausewitz permanece inquietante y vigente. Pero hoy, desde una visión humanista universalista, podemos advertir que la política ya no es solo antesala de la guerra, también es vehículo de los negocios, moldeando gobiernos, conflictos y acuerdos comerciales bajo la lógica del lucro y el poder.

Este breve artículo examina cómo esta dinámica -negocios, política y conflicto- se manifiesta en la actualidad, sobre todo de cambio de sistema que se muestra en las relaciones internacionales radicalizadas por los enfrentamientos por aranceles y choque de potencias económicas, por lo que proponemos un paradigma centrado en la Noviolencia, la cooperación y la dignidad humana como eje de las relaciones internacionales.

Los últimos acontecimientos mundiales, nos ubican claramente en esta visión política de los hechos, por ejemplo, es casi vulgar la forma en que se desnudan los intereses de las potencias a la hora de definir sus alianzas o enfoque sobre la guerra en Ucrania, la posición de los EEUU con respecto al resarcimiento de los “gastos de guerra” en apoyo a los ucranianos, debería ser pagado en accesos a tierras agrícolas y de alto contenido de metales raros (los trofeos de última generación en la productividad de tecnología).

Tampoco mucho por decir sobre la reciente guerra comercial entre EEUU y la RP China, donde se evidencian los intereses económicos de diversos sectores productivos como los tecnológicos, construcción de automóviles, aviación, computadoras, teléfonos de última generación y otros, para provocar al “enemigo” comercial, económico y político, y como se instrumentalizan en un agresivo y nervioso devaneo de ajedrez y juegos de guerra.

El marco: Economía, política y guerra bajo una mirada humanista

Desde la perspectiva del Humanismo Universalista2, la política no debería estar supeditada a intereses económicos ni justificar conflictos. Por el contrario, su propósito debería ser el del bienestar humano, colectivo y planetario.

Cuando las decisiones se guían por afán de control comercial o estratégico, las consecuencias suelen traducirse en desigualdad, despojo y violencia para las personas en los territorios afectados por esas decisiones. El modelo geopolítico actual, basado en la competencia, la sanción y la exclusión, se revela, así como un sistema deshumanizante e insostenible.

Breves estudios de caso: cuando los negocios guían la política (y la guerra…)

Ucrania: la guerra como un fracaso político y humano

La guerra en Ucrania es ejemplo de una geopolítica que antepone los intereses económicos y estratégicos al diálogo entre las naciones. La OTAN, Rusia y las potencias involucradas han priorizado zonas de influencia y recursos energéticos, mientras millones de vidas son afectadas en la región y en el planeta. Desde el Humanismo Universalista, esta guerra representa una ruptura ética: ninguna causa nacionalista o económica justifica el sufrimiento masivo.

Alternativa humanista: Promover el fin de las hostilidades a través de una mediación internacional neutral, priorizando los derechos de las personas y no los intereses de bloques de poder. Aunque los recientes acontecimientos parecen forjar una paz forzando a una de las partes por otra potencia extra regional, aunque esto podría derivar en un gravísimo conflicto militar nuclear entre la OTAN y Rusia.

Sanciones de EEUU contra China: política comercial como arma.

El conflicto entre EEUU y China no es solo una guerra arancelaria, es un pulso por el control tecnológico y comercial mundial. Las sanciones, lejos de resolver diferencias, intensifican las tensiones e impactan en la cadena de suministros, intento de un probable freno de los avances tecnológicos y científicos chinos, alivio de la crítica economía norteamericana y alteración de todo el marco jurídico internacional en comercio y relaciones entre Estados y naciones en el planeta.

Alternativa humanista: Fomentar la cooperación en áreas claves como el cambio climático, salud pública y el desarrollo científico-tecnológico responsable, en lugar de ahondar divisiones con sanciones mutuas y otros castigos entre partes. Hay que superar el tema de la competencia desaforada y destructiva para las personas, las instituciones y las organizaciones sociales.

Relaciones EEUU-México-Canadá: T-MEC, Tratados Comerciales y los trabajadores invisibles.

El T-MEC, acuerdo comercial entre los tres países de América del Norte, suele centrarse en litigios entre corporaciones o en proteger inversiones extranjeras. Pocas veces coloca en el centro del bienestar a las personas al ser humano, a los trabajadores, o el medio ambiente o las comunidades indígenas, afectadas por los megaproyectos. Y esto se reproduce en todos los tratados de libre comercio y acuerdos comerciales en general. Aunque con la nueva administración del presidente Donald Trump, tal marco jurídico quedó en el suelo y pisoteado por sus políticas proteccionistas y arancelarias.

Alternativa humanista: que la OMC y los distintos grupos regionales y países, retomen la reconstrucción o nuevo marco jurídico comercial internacional para garantizar derechos laborales, salarios dignos, renta básica universal, protección ambiental y equidad en la distribución de los beneficios.

Geopolítica actual: ¿Conflicto o cooperación internacional?

La globalización (momento anterior) ha acelerado tanto los beneficios como las tensiones. Pero en lugar de derivar en solidaridad, se ha profundizado un modelo de competencia, exclusión y violencia económica. Las organizaciones internacionales como la ONU y la OMC, en muchos casos, actúan como árbitros de disputas entre empresas y países, que como promotores de paz o justicia internacional.

Propuesta de Humanismo Universalista: hacia una geopolítica del cuidado

Para revertir la actual lógica de confrontación y dominación, se requiere un nuevo modelo internacional. El Humanismo Universalista propone:

La Noviolencia como principio rector: Resolver los conflictos mediante el diálogo, rechazando el uso de la fuerza o la amenaza económica.
La cooperación y la solidaridad como valores estratégicos: Abordar desafíos comunes como el cambio climático, la desigualdad internacional requiere alianzas éticas, no rivalidades estratégicas.
Una economía al servicio de la vida: Reorientar el sistema económico hacia el bienestar de las personas y el planeta, no hacia el lucro de élites empresariales nacionales o transnacionales.
La reforma profunda de organismos internacionales: para que sean democráticos, reales, inclusivos y garantes del interés común mundial, no solo de los intereses de las potencias.
Educación para una ciudadanía planetaria consciente: Formar nuevas generaciones que prioricen la dignidad humana sobre el poder económico, la paz sobre la dominación
Comunicación y lenguaje para la conciencia: trabajar por una comunicación y periodismo de la no violencia, de forma que se cambie el lenguaje violento, discriminatorio por un lenguaje y comunicación humanizadora, que visibilice y libere a todos los sectores sociales y personas hoy olvidadas.

Conclusión: ¿Negocios o Humanidad?

Si Clausewitz viviera hoy, acaso podría decir: “Los negocios son la continuación de la guerra por otros medios”. Pero desde la visión humanista, nos corresponde transformar esta narrativa: que la política deje de ser un instrumento de los negocios y se convierta en vehículo de la justicia, la equidad y la paz duraderas.

El mundo está en una encrucijada. O seguimos en la lógica de la dominación económica internacional o avanzamos hacia un nuevo horizonte de cooperación profunda entre los pueblos. Aquí proponemos lo segundo como una lógica Humanista y liberadora del Ser Humano actual.

 

1 De la Guerra. Karl von Clausewitz, obra póstuma Vom Kriege, del año 1832, Prusia.
2 Silo, el inspirador de esta corriente, enfatiza la importancia de la intencionalidad humana para actuar sobre su propio destino y la idea de que «nada está por encima del ser humano y ningún ser humano está por debajo de otro». El Humanismo Universalista busca una sociedad donde la justicia, la paz y el bienestar sean accesibles para todos. www.silo.net

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