viernes 23 de mayo de 2025 - Edición Nº2361

Internacionales | 6 may 2025

Los puentes de Bergoglio al islam

«La fraternidad universal es posible»

El Sumo Pontífice tuvo una mirada integradora del catolicismo con el mundo musulmán que expresó de palabra y con gestos de una potencia no vista hasta entonces.


Por: Alí Mustafá

Francisco con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

La despedida del Papa Francisco dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de todo el mundo árabe, evidenciada en una multitud congregada en la plaza San Pedro, donde ondearon banderas palestinas. Este acto de presencia simbólica reflejó la profunda solidaridad y respeto de la comunidad árabe y del pueblo palestino hacia el Sumo Pontífice, reconocido por su labor en promover el diálogo interreligioso y la paz entre los pueblos de Dios. El impacto en Israel no fue el mismo. La frialdad de los funcionarios del gobierno de ocupación se materializó en el pedido a sus embajadores de no emitir comunicados de condolencias sobre su muerte.

Entre las acciones más destacadas de Francisco estuvo la mediación en el encuentro histórico de junio de 2014 en los jardines del Vaticano entre Simón Peres, halcón devenido en paloma, y Mahmud Abbas, un presidente asediado por todos los frentes. Este fue un paso significativo hacia la paz en Oriente Medio. A pesar de los riesgos y dificultades inherentes a estos procesos, Francisco ha buscado construir puentes que simbolicen un esfuerzo genuino por la reconciliación. A un mes de aquel encuentro que sentaría las bases para el diálogo y la paz Netanyahu atacaba Gaza dejando 2200 palestinos muertos. En respuesta, en 2015 la Santa Sede reconocía a Palestina como Estado y Francisco recibía a Mahmud Abbas en una audiencia privada. El gestó cayó mal en Israel y marcó un punto de no retorno en el vínculo con el Vaticano.

Desde sus inicios en la Iglesia del barrio de Flores, Jorge Bergoglio impulsó iniciativas de diálogo interreligioso e intercultural, acercándose de manera genuina a otras espiritualidades. Ya como Francisco, diferenciándose de otros papas, su compromiso con la construcción de puentes entre religiones abrahámicas, judíos, cristianos y musulmanes, ha sido una constante en su liderazgo, representando un quiebre en la historia de tensiones sobre todo entre la Iglesia Católica y los pueblos árabes e islámicos. 

De cruzados y pacifistas

Es relevante señalar que sus antecesores como Juan Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI intentaron el diálogo. Pero esos intentos estuvieron plagados de controversias.  La relación entre la Iglesia Católica y las comunidades del Asia Occidental estuvo, históricamente, marcada por intereses conflictivos que generaron alejamientos, pero Francisco supo comprometerse inteligentemente en cuerpo y alma con las causas humanitarias de la región.

Bajo las arengas de papas como Urbano II (1088-1099 DC) que decía: «¡convertíos y entrad en la vía del Señor, porque la tierra de Jerusalén y los lugares santos están en peligro y necesitan la ayuda de los cristianos!», y de Inocencio III (1198-1216 DC) «¡Venganza de Dios! La sangre de los cristianos derramada en Tierra Santa clama al cielo y nos llama a la cruzada para liberar los lugares sagrados», promovieron políticas militares para salvar los reinos de una Europa empobrecida, que llamaron “cruzadas” en nombre de la recuperación de la Tierra Santa.

Europa se enfrentó a las poblaciones islámicas de manera muy sanguinaria. También, Pío II (1458-1464 DC) se opuso enérgicamente al diálogo con los musulmanes. Más acá en la historia, Pío IX (1846-1878 DC) combatió la influencia musulmana en Europa. En el siglo XX, Pío XI (1922-1939 D) intentó frenar el avance del nacionalismo árabe y la expansión del islam en África y Asia en un contexto marcado por una Sociedad de Naciones debilitada y de creciente tensión geopolítica. Sin embargo, hoy desde la creación del estado de Israel toda la Tierra Santa está ocupada e innumerables crímenes de guerra y políticas de apartheid se aplicaron contra las poblaciones musulmanas y cristianas.

Los esfuerzos del Papa Francisco, en el contexto de la agresión desproporcionada desplegada por las tropas de Netanyahu apoyadas por la OTAN y los EEUU desde octubre de 2023, se vieron afectados por la escalada bélica, donde la violencia y el genocidio perpetrado por Benjamin Netanyahu dejaron a decenas de miles de civiles indefensos.

"La fraternidad universal es posible"

Desde 1948 ninguno de los pontífices hizo ningún reclamo con la contundencia que lo hicieron los cruzados. Sin embargo, Francisco supo dar un giro de 180° en esta historia, activando el diálogo y la reconciliación con el Islam.  Como pastor tampoco abandonó a su rebaño. Se comunicaba semanalmente con sus fieles en Gaza, refugiados en la capilla la Sagrada Familia, y expresó su solidaridad con las víctimas, reafirmando su postura de apoyo a los sectores más vulnerables y marginados. No dudó en definir la masacre de niños palestinos por parte de las fuerzas israelíes como de una crueldad jamás vista. En enero pasado, en un mensaje a los diplomáticos acreditados en el Vaticano, entre ellos el representante israelí dijo: «No podemos aceptar bajo ningún concepto el bombardeo a civiles».

Acercamiento conceptual

Las encíclicas Evangelli Gaudium (La alegría del Evangelio) y Laudatio Si (Alabado seas), escritas por Francisco en 2013 y 2015, destacan, entre otras cosas, en la primera al acercamiento con los pobres y marginados. También, resalta la misericordia y la Justicia Social, criticando, en tiempos de neoliberalismo, ciertos aspectos del sistema económico-financiero. En Laudato Si se centra en el cuidado del planeta y hace un llamamiento a tomar conciencia del impacto ambiental y actuar con responsabilidad para proteger la naturaleza. La crítica al sistema económico financiero está presente promoviendo una visión integral que une la justicia social y la distribución de la riqueza con la sostenibilidad ecológica.

Ambos documentos apostólicos, desde una perspectiva económica y ecológica, establecen un vínculo directo con las enseñanzas del Profeta Muhammad, resaltando la importancia del respeto y la protección del medio ambiente como también contrario a la usura y en favor de la distribución de la riqueza y la Justicia Social. La acumulación de riquezas en el Islam no es condenada, pero sí las enseñanzas proféticas enfatizan en la importancia de compartir y usar esas riquezas para el bien común.

Este jesuita perseverante hasta su último suspiro, el domingo de Pascuas pidió un cese de fuego, la liberación de los rehenes y ayuda a la gente que tiene hambre y aspira a un futuro de paz.  Con Francisco se fue un aliado estratégico para lograr la paz en los territorios ocupados.  Colocó la vara muy alta y el mundo todo espera que su sucesor esté a la altura del momento político internacional que hoy padece la humanidad. Tiene las herramientas dadas en la Encíclica Fratelli Tutti (2020) que dejó Francisco, en la que expresa con esperanza que la fraternidad universal es posible. 

 

 

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