

Por: Víctor Báez Mosqueira.
Muchas novedades circularon en los últimos días en las redes sobre el Instituto de Previsión Social, el servicio de salud y los aportes patronales a esa entidad, tanto de parte del gobierno como de sectores patronales. Veamos su secuencia, con la intención de develar que, detrás de su aparente falta de lógica, está escondida la voluntad real de agotar lo más pronto posible los recursos de la citada institución, para justificar la inexorabilidad de las privatizaciones, tanto de las jubilaciones como de los servicios médicos.
Gobierno promete más aportes sin haber pagado deuda histórica
Empecemos por la noticia de “Lanzan programa Emplea PY joven, donde el Estado asumirá el aporte patronal al IPS”. En la foto, aparece Santiago Peña rodeado de un numeroso grupo de jóvenes, haciéndose una “selfie”. Al ver los titulares, uno no puede evitar pensar cómo el gobierno de Paraguay, que nunca ha pagado su contribución obligatoria al IPS, con la excusa de que no tiene dinero, ahora va a asumir un nuevo compromiso de pago con la misma institución. Tampoco le ha abonado al IPS las millonarias sumas adeudadas por la gestión durante la pandemia.
¿De dónde sacará el dinero el señor Peña? Sigue postergando una reforma tributaria para cobrar impuestos a los sectores económicos que más lucran con el actual modelo, a los más ricos, estableciendo impuestos progresivos, por ejemplo. Lo más probable es que este programa de empleo comience y que este gobierno le deje al IPS sin el nuevo aporte que ahora promete, acelerando su desangramiento.
Empleadores proponen recortar aportes al IPS
Otra de las noticias que circulan es que una asociación patronal de Ciudad del Este mandó una carta a Santiago Peña, pidiendo el recorte del aporte ´patronal, para pagar sólo el 10 por ciento. Mucha caradurez del sector empresarial, que es el que menos impuesto a la renta paga en la región. Si hacemos una comparación, los empresarios de los países vecinos Argentina, Brasil, Bolivia y Uruguay pagan un mínimo de 25 por ciento de impuesto a la renta, el cual puede llegar en algunos casos a 35 por ciento. Los empresarios paraguayos pagan solo el 10 por ciento (IRE) y, con todos esos privilegios, ahora quieren recortar sus aportes a la seguridad social.
Dinamitado desde adentro y bombardeado desde afuera
El IPS, la mayor institución de amparo social del Paraguay, es víctima, en lo interno, de sucesivas administraciones ineficientes y clientelares, clientelistas y corruptas que la van desgastando desde adentro con el claro fin de dejarlo exánime,
Desde afuera se bombardea, en la mayoría de los casos con denuncias honestas sobre las deficiencias. Pero en otros casos la intención real es de fundir a la institución, como la tiene un video que corre en las redes, invitando al trabajador/a a pensar que no vale la pena seguir aportando, porque solamente pierde dinero. En lugar de exigir que los problemas sean resueltos y que los responsables sean juzgados y castigados, incitan a la ciudadanía a dejar de aportar.
Uniendo con flechas
Estos tres eventos aquí expuestos se dieron en el curso de una semana. Aparecen aislados e inconexos. Sin embargo, si los unimos, vemos que todos ellos tienen el claro fin de agotar el sistema público y de reparto, para presentar después, como irremediable, el paso al sistema jubilatorio privado promovido por el actual gobierno, que ya introdujo la cuña con la Ley de Superintendencia de Pensiones. Quieren fundir la Caja del IPS y las otras sectoriales que aún no están fundidas. Hay muchos millones de dólares en juego.
Otras mentiras conexas
El 4 de marzo del año pasado, Carlos Pereira, consejero del IPS en representación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, dijo al diario La Nación que “están trabajando en la integración del sistema de salud” de Paraguay, lo cual implicaría cambios en el modelo de financiamiento y que llevaría a un “sistema integrado de salud” que sea mixto. Ese modelo sería el uruguayo.
Un sistema mixto combina elementos del sector público y privado. En otras palabras, se involucrará todavía más al sector privado en la salud, lo cual es conveniente para las multinacionales de ese rubro y sus asociados locales. Se trata sacar el mayor beneficio posible los aprox. 3.200 millones de dólares de gasto en salud (público y privado) en Paraguay, lo que explica la proliferación de hospitales particulares y el vaciamiento de los hospitales públicos en instrumentos, médicos y medicinas.
La gran diferencia con Uruguay es que, en ese país, lo que no está cubierto por la medicina pública, lo cubre la medicina privada ejercida por entidades mutualistas sin fines de lucro. No son empresas que busquen ganancias sino que priorizan la salud de la ciudadanía. Inocultable dato que tratan de tapar en Paraguay!